lunes, 3 de marzo de 2025

Entrevista a Carlos Pitillas, Doctor en psicología, sobre su nuevo libro "Caminar sobre las huellas. Vínculos, trauma y desarrollo humano"



Entrevista a Carlos Pitillas, Doctor en psicología.
Con motivo de la publicación de su nuevo libro
"Caminar sobre las huellas. 
Vínculos, trauma y desarrollo humano"

Vídeo de Carlos Pitillas presentando su libro
en exclusiva para todos/as los y las seguidores/as
de Buenos tratos


Carlos Pitillas Salvá es Doctor en Psicología por la Universidad Pontificia Comillas, donde imparte clases de Psicoanálisis, Clínica Psicodinámica de la Infancia y Adolescencia o Intervención con Familias en Riesgo de Exclusión, entre otras. Coordina el proyecto Primera Alianza: mejorando los vínculos tempranos, a través del cual ha intervenido con familias en ámbitos de exclusión, ha formado y supervisado a profesionales de la protección del menor y ha desarrollado investigación sobre innovación en el trabajo con familias. Se ha especializado en la detección, prevención y tratamiento del trauma interpersonal temprano. Recientemente, ha comenzado a trabajar sobre cuestiones de crianza e intervención centrada en el vínculo en contextos no occidentales. Es co-autor de Primera Alianza: fortalecer y reparar los vínculos tempranos. Contacto:  cpitillas@comillas.edu



Presentación

En Buenos tratos sólo nos hacemos eco de los libros de calidad, como este que tengo el honor de presentaros hoy de mi colega y profesor de la Universidad de Comillas, Carlos Pitillas. 

Carlos, muchas gracias por atender, una vez más, la llamada de Buenos tratos, es un placer tenerte de nuevo entre nosotros. Me gustaría recordar tu participación en el blog, con un artículo titulado: "Primera alianza: fortalecer y reparar los vínculos tempranos". También fuiste ponente en San Sebastián, en las VI Conversaciones sobre Apego y Resiliencia, en el año 2022, con una conferencia en torno a la transmisión intergeneracional del trauma. Con esto has demostrado tu compromiso con este blog. Ahora amablemente te acercas por aquí porque has publicado un nuevo libro, del cual nos hacemos eco, titulado “Caminar sobre las huellas. Vínculos, trauma y desarrollo humano”. Te ha llevado años de trabajo. 

José Luis: ¿Por qué este libro, Carlos? ¿Cuál es la motivación que te ha animado a escribirlo?

Carlos: Gracias por tenerme de nuevo en este espacio que admiro tanto y tanto ayuda. Es un placer y, también, un apoyo que valoro mucho para este libro. Caminar sobre las huellas es un ensayo que viene gestándose desde que me dedico a hablar, en contextos diversos, sobre el efecto de las experiencias vinculares tempranas en el desarrollo social y emocional de las personas y, particularmente, sobre los modos en que el trauma afecta a estas trayectorias. En ese sentido, el libro emerge de todas las ocasiones en que he tenido que estudiar y organizar el conocimiento que existe sobre este tema, y hacerlo accesible para otros. Es, en definitiva, mi “modelo” acerca de cómo se construye la mente socio-afectiva partiendo de los vínculos tempranos. El modelo se ha elaborado a través de los años, en diálogo tanto con la literatura científica y con las personas a las que he tenido la suerte de dar clase, tratar o supervisar, y bebe de la teoría del apego, la teoría del trauma, y la teoría psicoanalítica contemporánea. 

La motivación por la que preguntas está muy cerca de lo que acabo de explicar. Se trataba de plasmar y compartir (en la versión más ordenada de la que soy capaz) algo que llevaba leyendo, estudiando y contando a otros durante una parte importante de mi carrera. Esta motivación era casi una necesidad, si se quiere. Y que el libro exista ahora y esté publicado es una alegría y tiene algo de liberación (¡llevaba mucho tiempo dentro de mi cabeza!), aunque esto también se acompaña, claro, de cierto vértigo.

Portada del nuevo libro de Carlos Pitillas.

Para adquirir el libro, haz click AQUÍ


José Luis: ¿Puedes contarnos cuál es el plan del libro?

Carlos: "Caminar sobre las huellas" comienza con una introducción donde se establece una de sus premisas básicas (si no la más importante): nuestro funcionamiento actual en las relaciones (nuestra identidad, la forma que tenemos de sentirnos y comportarnos en el seno de los vínculos importantes) es el resultado de nuestras trayectorias de desarrollo, las cuales comienzan con la primera puerta al mundo social que son esos vínculos que establecemos en la de niñez y la adolescencia, en el seno de la familia (aunque no solo). Y esta premisa es la que da sentido al título, que hace referencia al hecho de que nuestros patrones relacionales adultos son, hasta cierto punto, una repetición de aspectos de nuestras relaciones tempranas (interacciones que se hicieron habituales, afectos nucleares, estrategias de “supervivencia” que tuvimos que desarrollar, etc.). 

Aunque rara vez nos damos cuenta, caminamos sobre nuestras propias huellas. Repetimos, revivimos y, en los casos más graves (cuando venimos de un mal sitio), podemos llegar a reproducir formas de dolor muy destructivas, en nosotros mismos o en los demás. La persona que repetidamente se expone a situaciones de maltrato; quien cae una y otra vez en experiencias de invisibilidad social o aislamiento; el que con frecuencia gestiona su fragilidad asustando o dañando a otros; quien se aleja de las buenas oportunidades que la vida le pone por delante (una relación amable, la oportunidad de ser visto o cuidado, etc.); entre otros, están, en muchos casos, siendo víctimas de procesos emocionales y cognitivos que se instalaron tempranamente y que sesgan el comportamiento, adulto de formas que son (auto)destructivas y perpetúan el trauma. 

El plan del libro comienza, por lo tanto, estableciendo y fundamentando esta premisa, para continuar “desempaquetando” el conjunto de procesos que sostienen esta relación pasado-presente. 

Dichos procesos (en orden de aparición), incluyen:

Los esquemas cognitivo-afectivos que adquirimos de pequeños y que nos sirven para poner orden y navegar la experiencia social. Esquemas de seguridad (p.ej., sentirse querido, en contacto con alguien que quiere; sentirse seguro en contacto con un cuidador disponible), esquemas de inseguridad (p.ej., sentirse incapaz de retener a un cuidador esquivo o intermitente), o esquemas traumáticos (p.ej., verse como alguien pequeño en contacto con otros que son destructivos y de los que se depende).

Los antecedentes intergeneracionales de la seguridad y del maltrato, es decir, los mecanismos invisibles que hacen que los padres puedan dar seguridad a sus hijos o, por el contrario, exponerlos a un peligro que –de formas a veces sutiles– reproducen el peligro que ellos mismos vivieron. Los miedos de los padres, sus tendencias defensivas, su capacidad de ajustarse al temperamento del niño, o su capacidad de ver al niño como una persona separada y por derecho propio, son abordados como partes fundamentales del “juego” relacional que marca la diferencia entre vínculos tempranos seguros o inseguros/traumáticos. 

Las adaptaciones que hacen algunos niños a las condiciones inseguras en las que crecen. Estas adaptaciones han sido particularmente bien estudiadas a la luz de los estilos de apego, las defensas de apego o las estrategias de reorganización del apego en niños que sufren mucha confusión y miedo (porque tienen padres muy confusos o muy asustados ellos mismos). 

El libro se sumerge, entonces, en la “arquitectura” de la mente traumatizada y sus conflictos. Aquí exploramos la fragmentación interna de los niños que han crecido con padres impredecibles o amenazantes, la agresividad –muy difícil de manejar– que acumulan estos individuos, sus fantasías negativas acerca de los demás, o la necesidad de esconder ciertas necesidades o emociones como vía de supervivencia, entre otras. En definitiva: cómo una historia de peligro estimula la tendencia a defenderse.

Y las defensas siempre tienen su límite funcional, es decir, tarde o temprano, dejan de servirnos. El libro finaliza dedicando algunas secciones al efecto “irónico” de las defensas postraumáticas más rígidas. Estas, al tratar de salvarnos de un peligro, lo que hacen es exponernos con más fuerza a otros peligros que no somos capaces de predecir.

El libro finaliza con dos casos narrados con relativo detalle y analizados bajo el prisma de todos los contenidos que se estudian en las secciones previas. 

José Luis: “Algunos sesgos y patrones en nuestra forma de actuar y sentir parecen acompañarnos desde nuestros primeros años…” afirmas en la presentación. Esto es cierto para todas las personas, pero es especialmente importante para quienes han sufrido traumas tempranos y complejos. Me vienen a la mente los niños acogidos y adoptados, cuyas familias siguen este blog, cuyos patrones -por ejemplo, el temor al abandono- les influyen poderosamente a lo largo de la vida. Poder comprender esto es importante para que la crianza y la terapia sean reparadoras para estos niños, y que las familias reciban el apoyo que necesitan…

Carlos: Absolutamente. Cada vez me convenzo más de que el mejor modo de cuidar a alguien y alcanzar una verdadera reciprocidad en una relación (con los hijos, con las parejas, con los pacientes) es a través de un reconocimiento de la vulnerabilidad propia. Este reconocimiento, si se hace bajo condiciones de seguridad y uno es hasta cierto punto capaz de apropiarse de ello, nos permite establecer relaciones más profundas, y más complejas (en el buen sentido). Si están en contacto con su vulnerabilidad, los padres acogedores y adoptantes, los profesionales de la relación de ayuda, los tutores de resiliencia y educadores, los padres biológicos, etc., son más sensibles, más conscientes de sus límites, más capaces de pedir ayuda a tiempo, más capaces de recuperar su mentalización cuando la pierden, y más justos. Esta vulnerabilidad, con frecuencia, es histórica: la traemos de un tiempo anterior y de una relación pasada. Así que aquí hay un trabajo narrativo (mirar hacia atrás y contarse uno su propia historia) que, por cierto, casi siempre es imposible de hacer fuera de una relación mínimamente segura. 

José Luis: ¿Consideras que es un libro para profesionales o también pueden beneficiarse de su lectura las familias y el público en general?

Carlos: Es un libro técnico, pero he hecho un esfuerzo grande por conseguir que la exposición de los principios sea accesible para cualquiera. He intentado que los conceptos complejos tengan relevancia y sentido para personas diversas y no necesariamente formadas. En este caso, además, me he permitido incorporar al texto muchos ejemplos de la cultura: extractos de novelas, referencias a películas, anécdotas de la historia de la cultura (hay una referencia a Elvis Presley a la que tengo especial cariño), incluso cito trozos del monólogo de un cómico estadounidense. No puedo estar seguro de que estas estrategias hayan hecho que el libro sea accesible y claro. Pero, si me he acercado algo a este objetivo, pienso que el libro podría servir a personas ajenas a la profesión. Supongo que el tiempo (y el feedback) dirán. 

José Luis: Si pudieras hacer una síntesis de lo fundamental del libro, dirías…

Que es un ensayo escrito con un intento de precisión y, al mismo tiempo, mucha pasión por este problema científico y humano que es la pregunta acerca de cómo nos construimos, y por qué a veces es tan difícil, para las personas que han tenido peor suerte, dejar de sufrir. 

José Luis: ¿Quieres decirnos algo más sobre el libro?

Carlos: Que me siento afortunado de haberlo escrito y agradecido de todos los interlocutores (alumnos, pacientes, colegas, etc.) que, a lo largo de los años, han motivado su existencia.

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Buenos tratos regresará con un nuevo post 
el día 24 de marzo de 2025, como siempre, a las 9:30h de España