lunes, 17 de febrero de 2025

"No vuelvas a olvidarte de mi", un relato de la psicóloga María Dolores Rodríguez Domínguez.

 ¡¡No vuelvas a olvidarte de mí!! 



Un relato de Dolores Rodríguez, psicóloga

Presentación

De vez en cuando, tienen cabida en este blog relatos que escriben profesionales de la psicología o de otros ámbitos, que guardan estrecha relación con los temas que aquí nos concitan. Es otro modo de aprender y reflexionar, desde otro estilo, desde otra mirada, pero puede sernos tan útil como un artículo científico. 

Conocéis a Dolores Rodríguez Domínguez, psicóloga y traumaterapeuta sistémica de la red apega, ha participado en varias ocasiones con textos profesionales y literarios. En esta ocasión me hace llegar nuevamente este breve relato, inspirado en su trabajo con los pacientes en la consulta, sobre la soledad.

Muchas gracias, Dolores, por regalarnos y compartir tu texto, ya sabes que esta es tu casa, eres una de nuestras colaboradoras habituales y ocupas un lugar destacado en Buenos tratos.

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¡No vuelvas a olvidarte de mí! Por Dolores Rodríguez Domínguez

Quisiera dejarme ver, enseñarte mis heridas pero no recuerdo me hayan enseñado cómo. Tengo miedo que al hacerlo te asustes y cada día ahogo mis lágrimas para evitar que tú derrames las tuyas. 

A pesar de la luz, siento estar en la sombra.

Necesito gritar, expresar lo que siento, lo que yo también necesito, pero mi voz no me obedece. Se muestra insonora, incolora. 

Con mi silencio desearía que pudieras descubrir mi sufrimiento, mi dolor, mi existencia. Pero el silencio no reclama tu atención y celebras que todo vaya bien, que yo soy distinto, que puedo valerme por mí mismo. 

¡Ojalá pudiera!

¡Ojalá supiera!

En soledad, a veces pienso que no tengo derecho a sentir, a necesitar, a pedir. Otras veces, sin embargo, siento que eres tú quien me niega la posibilidad de recibir lo que necesito, y entonces, siento rabia, desprecio. Rabia hacia tu ceguera. Desprecio hacia mi cobardía por secuestrar mi valentía, por dejar al silencio que decida por mí. 

Pero a pesar de todo, sonrío y me rearmo por fuera. Solo.

Lloro y me desarmo por dentro. Siempre solo.

Foto Mentis psicología



Quisiera hacerme visible. Saber mostrar mi miedo a tus ojos, a los míos. Lograr que mi silencio llegara a tus oídos.

¿Pero cómo? Fuera hay mucho ruido, demasiado.

Al mirar tu rostro, siento pena por ti, por el cansancio que muestras, por la tristeza que reflejas. 

Entonces, esa voz me grita: “Maldito egoísta”.

¡Egoísta! por no valorar que haces lo que puedes. 

¡Egoísta! por no entender que estás preocupado y aturdido por el ruido, ese que sí se oye, ese que casi se puede ver y que satura cualquier mente, incluida la tuya. 

“Soy lo peor”. Me digo.

“Me lo merezco”. 

Y la culpa me asalta, sacudiendo mi dolor, amordazando fuertemente mi silencio. Avergonzado, me cobijo en él. Ahora quiero permanecer en la oscuridad, ser arropado solo por ella, ser invisible para ti y para todos.

El silencio se hace intenso, y acepto ser su prisionero. Aun te veo a lo lejos, pero el miedo logra cerrar mis ojos. Ya no puedo ver a nadie, ni siquiera a mí mismo. Solo siento SOLEDAD. 

Quiero abandonarme a ella. Sé que nunca me fallará, siempre me acompañará. Vaya donde vaya. Así será. Su agridulce aroma me embriaga, pareciera hechizarme, invitándome a permanecer con ella para siempre. Es tentador. Ya no más sufrimiento por no sentir tu mirada, tu comprensión, tu amor. Renuncio a todo. No lo necesito. No te necesito.

Y cuando estoy a punto de sucumbir a ella, a comprometerme para siempre con su compañía….

Ocurrió.

Sin esperarlo, sin saber que lo deseaba, mis ojos parecen mostrarme su resistencia a permanecer eternamente cerrados. Quieren abrirse. Hay algo que les invita a hacerlo. Siento su presencia, su calor, su olor. No sé bien qué ocurre. Mi curiosidad ofende a la soledad, pues se siente traicionada por dejarme tentar por otro aroma. 


Foto: Nueva tribuna


“¿Quién es ella?” Me increpa. 

“No lo sé”.

Se hace el silencio. 

“Soy la ESPERANZA” ¿Me recuerdas?. 

De un gran salto, me lanzo a sus brazos. “! No vuelvas a olvidarte de mí ! ” 

“¡Salgamos juntos de este lugar!” 

¿Quieres acompañarnos SOLEDAD? También hay sitio para ti.

lunes, 3 de febrero de 2025

Victimización infantil y cognición social. Indicadores de riesgo del desarrollo de conductas antisociales en adolescentes, resumen de la tesis doctoral de Beatriz Ortega

 

Victimización infantil y cognición social. 

Indicadores de riesgo del desarrollo 

de conductas antisociales en adolescentes


Autora: Beatriz Ortega Vidal

Para contactar con el proyecto:



Twitter del proyecto: @LiVUCLM


El correo de Beatriz Ortega: Bea.Ortega@uclm.es


El correo de María Verónica Jimeno: veronica.jimeno@uclm.es




Presentación 

Agradezco a la profesora y Doctora en psicología María Verónica Jimeno que comparta con nosotros/as los principales hallazgos de esta tesis doctoral cuya autora es Beatriz Ortega, y que ha codirigido junto con el catedrático José Miguel Latorre, de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Creo que a todos y a todas los que seguimos este blog nos interesa conocer cuáles son los indicadores de riesgo del desarrollo de conductas antisociales en adolescentes. Tanto si somos padres, acogedores, educadores, psicólogos, maestros, trabajadores sociales, abogados, jueces, fiscales, necesitamos saber cuáles son estos indicadores de riesgo, para poder, cada uno desde su ámbito, trabajar para minimizarlos. 


Foto: uik.eus 


En los resultados hay hallazgos sorprendentes y que nos deben hacer pensar acerca del papel tan relevante que la victimización indirecta tiene. Así que no me demoro más y os dejo con el resumen, no antes sin dejar de agradecer a María Verónica Jimeno Jiménez su consideración con nosotros, así como nuestra felicitación a su autora Beatriz Ortega, por su magnífico trabajo, una inestimable contribución social en aras de caminar hacia la protección de los niños y adolescentes.

Resumen de la tesis doctoral de Beatriz Ortega

En esta investigación exploramos los posibles efectos de los procesos tempranos de victimización a nivel cognitivo y conductual en los adolescentes ¿Qué observamos?

De los diferentes tipos de victimización infantil (VI) analizados, solo la VICTIMIZACIÓN INDIRECTA  se asoció con la participación de todas las conductas antisociales (agresión, vandalismo, robo, conductas contra las normas y conductas relacionadas con las drogas).

Las experiencias de VI se asociaron con una mayor presencia de distorsiones cognitivas auto-sirvientes (justificadoras de la conducta antisocial) La VICTIMIZACIÓN INDIRECTA es la única que se asoció con la presencia de todos los tipos de distorsiones.

Las experiencias de Victimización Infantil se asociaron con la existencia de sesgos en el Procesamiento de la Información Social (SIP, cómo percibimos e interpretamos las situaciones sociales) Observamos que un estilo de SIP sesgado, con tendencia agresiva y hostil se asoció con la Conducta antisocial (CA).

 

La Convención de los Derechos de los Niños de 1989 y del Centro Internacional de la Infancia de París, se considera que la victimización o violencia infantil es cualquier acto por acción u omisión  o trato negligente, no accidental, llevados a cabo por individuos, por instituciones o por la sociedad en su conjunto, que prive a los niños y niñas de sus derechos y de su bienestar, así como que amenacen y/o interfieran en su ordenado desarrollo físico, psíquico y social.
Foto: Observatorio de la infancia


Interesante: se observan algunas diferencias en éstas asociaciones de los procesos cognitivos distorsionados según el tipo de conducta antisocial...

Aunque las distorsiones cognitivas y los sesgos en el SIP tienen un poder mediador, éste es pequeño, y el efecto directo de la VI sobre la CA se mantiene... Esto indica que la victimización infantil se mantiene como principal factor de riesgo en la participación de la CA.

Pero... MUY DESTACABLE es el papel que tiene la VICTIMIZACIÓN INDIRECTA, pues es la única que se asocia a todas las CA los 4 tipos de distorsiones cognitivas auto-sirvientes En general, tiene una mayor influencia a nivel cognitivo y conductual que la victimización directa.