Esculpiendo palabras en la arena
Nuevo libro de Cristina Cortés
Cristina Cortés
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Cristina Cortés. Es Psicóloga especializada en infanto juvenil. Dirige el Centro de psicología de la Salud Vitaliza, de Pamplona. Colabora como psicóloga externa con fundaciones de Servicios Sociales que trabajan con niños, adolescentes y familias con dificultades. Imparte formación a diferentes profesionales.
Es entrenadora acreditada de terapia EMDR en niños y adolescentes, profesora externa invitada en el máster de Psicoterapia con EMDR de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y en el curso universitario de Avances en salud mental reproductiva y perinatal de la Universidad de Zaragoza. En su infancia estuvo rodeada de contadoras de historias que deleitaron su niñez, de ahí su vocación de ayudar a poner palabras y reescribir las historias de trauma emocional.
Es autora de "Mírame, siénteme" (Desclée De Brouwer, 2017), "¿Cómo puedo salir de aquí?" (Desclée De Brouwer, 2018), "Cuéntame cuando sí anidé en una tripa y sí nací" (Desclée De Brouwer, 2020), y "El Invernadero Semillero" (Desclée De Brouwer, 2022)
Presentación
Este mes de enero como veis Buenos tratos lo dedica a presentaciones de libros, con las novedades de importantes autoras en el ámbito del apego, el trauma y la resiliencia. Hoy le corresponde un espacio en el blog, y lo merece, la última obra de Cristina Cortés, psicóloga especialista en apego, desarrollo y trauma, trainer en EMDR y una referencia en el uso respetuoso de este abordaje terapéutico, porque su mirada es integradora. Como veis, se llama "Esculpiendo palabras en la arena", en co-autoria con Zuzene Seminario, quien (una vez más) se ha hecho cargo de ilustrar (magníficamente, como siempre) el libro. Leer a Cristina es una experiencia gratificante, no solo por su saber y competencia en el área, y sus años de experiencia, sino por la exquisita sensibilidad que destilan todas sus palabras, la bondad amorosa que tiene hacia todos los niños/as y sus familias, y la visión sistémica y respetuosa con ellos y sus recursos de supervivencia. Para que nos hable sobre su nuevo libro, he pensado que lo mejor era acercarme a Cristina y hacerle una entrevista, con la que a continuación os dejo. Ella nos cuenta qué podemos encontrarnos al abrir "Esculpiendo palabras en la arena". ¡Muchas felicidades!
José Luis: ¿Como surgió la idea de escribir este libro, Cristina? ¿Qué quieres transmitir a las personas que lo lean?
Cristina: Este libro surge en un proceso formativo con profesionales que trabajan en acogimiento familiar y comparten las dificultades para facilitar la conexión emocional. A partir de ahí comienzo a elaborar la idea de crear ilustraciones que posibiliten la organización del mundo emocional implícito, que es tan complejo y confuso cuando se han vivido experiencias de abandono y soledad. Y de esa de forma va surgiendo el texto entrelazado con la creación artística de Zuzene, que ha realizado unas ilustraciones que evocan y ayudan a dar forma a esas emociones que no han tenido oportunidad de ser elaboradas.
José Luis: Leyéndolo tengo la opinión de que se pueden beneficiar de su lectura tanto las familias como los profesionales. Hay capítulos con contenidos más técnicos y otros que son perfectamente accesibles para familias. ¿Es así?
Cristina: El libro recoge cómo se forman los vínculos en la etapa temprana y cómo estos constituyen la interrelación entre el bebé, el niño en desarrollo y los cuidados y la atención que recibe, y cómo los padres facilitan el desarrollo. La comunicación, la capacidad de los padres de poner palabras y de elaborar los estados de sus hijos es fundamental para encarnar su cuerpo y reconocer las emociones. Desde ahí que sea un libro que aborda y da recursos sobre la crianza segura tanto a padres como a profesionales.
José Luis: Conforme avanzamos a lo largo de los capítulos, nos vamos adentrando en el mundo del trauma temprano y se desarrollan conceptos e intervenciones sobre trauma de apego y relacional y de nuevo los conceptos desarrollados aportan a familias que acompañan a niños con un desarrollo traumático y a profesionales que trabajan en el campo del trauma infantil. Hablas en tu libro de que el primer lenguaje de todo ser humano, en esa etapa bebé preverbal, es implícito, emocional y afectivo, por lo que dar forma mediante símbolos a ese lenguaje es una de las tareas terapéuticas…
Cristina: El primer lenguaje es corporal, es un lenguaje a través de las sensaciones en ese tocar, contener, alzar, mirar y modular la voz. Ese mundo de sensaciones implícitas se van volviendo emociones que pueden ser reconocidas y contenidas en la medida que los padres o los cuidadores lo pueden hacer. Cuando los padres no han sido traductores del mundo emocional y no han digerido esas experiencias en ellos mismos, el niño no puede acceder a esa vivencia que ha sido percibida y no sentida y queda pendiente de elaboración y organización. Las palabras han faltado y no resulta fácil encontrarlas, hallarlas. Es como si hubiera que esculpirlas, darles forma, a través de símbolos e imágenes para que se levanten y puedan ser verbalizadas.
José Luis: Los padres y las madres, o quienes cuiden bebés, tienen un importantísimo rol en esto, muchas veces no son conscientes de que el bebé tiene necesidades emocionales, y que la función reflexiva de estos tratando de recoger lo que el infante puede sentir, esa actitud intencional, y traducirlo en palabras que ayuden a que este vaya dando forma a esas primeras impresiones y sensaciones es fundamental porque sienta las bases de la regulación emocional…
Cristina: Así es, de alguna manera el bebé tiene un cerebro incompleto, que es completado con la acción reflexiva y sensible de sus padres. Que estos dediquen tiempo y elaboración a las vivencias de su bebé y del niño, incluso del adolescente, es imprescindible para que esos futuros adultos puedan tener un conocimiento de su mundo, de su mente y de las mentes de los demás.
"La figura de cuidado debe de captar en ella la mente del bebé" (Cristina Cortés) |
Jose Luis: ¿Es complicado interpretar adecuadamente las señales que emite un bebé?
Cristina: Interpretar las señales de los bebés se produce desde la resonancia del hemisferio derecho con el hemisferio derecho como diría Alan Shore. Desde un estado de disponibilidad emocional, donde se infiere el estado o se plantea una serie de opciones hasta que se da con esa resonancia del estado infantil. Cuando esto no ocurre, ese niño se desarrollará sin saber interpretar nombrar o identificar adecuadamente lo que vive o interpretándolo de forma inadecuada, según haya sido inferido por sus padres. Los problemas surgen cuando las figuras de cuidado son muy poco sensibles y poco reflexivas y no captan en ellas las mentes del bebé o del niño.
José Luis: Dotar al niño de símbolos (como imágenes e ilustraciones) en este proceso de conocimiento es muy importante y por ello el libro aporta unos preciosos dibujos de Zuzene que reflejan las principales emociones humanas.
Cristina: En realidad, si desde el inicio se captan esos estados esa construcción e identificación emocional se produce por sí sola y no van a hacer falta mediadores que faciliten la organización, es un proceso natural del propio desarrollo. Sin embargo, cuando no se han tenido figuras que digieren por uno, que interpretan y traducen lo que el bebé experimenta, el niño no sabe ni identificar y mucho menos nombrar. No se puede dar el salto directamente al mundo explícito del lenguaje y se requiere realizar procesos intermedios que generen puentes, a través de los símbolos, juego, escenificación, cuentos, ilustraciones..., hasta que esa maraña emocional va tomando forma y finalmente se le puede poner palabras. El pensamiento se expresa a través del lenguaje, pero antes del pensamiento hay sensaciones y luego emociones.
José Luis: Pones ejemplos en el libro de cómo utilizar las ilustraciones de emociones, sensaciones y creencias a lo largo de la descripción de diferentes vivencias, junto con casos o historias basadas en tu experiencia clínica...
Sí. Me ha parecido que la mejor forma de ver la dificultad para llegar a este estadio madurativo donde puedo identificar lo que vivo era a través de casos que son una compilación de historias reales clínicas. Por eso partimos de cuatro niños que acuden por el mismo motivo a consulta: un accidente de automóvil. Podemos ver cómo la sintomatología, los recursos para manejar el estes postraumático difiere entre ellos, sobre todo por los estilos de apego y las experiencias adversas que han tenido inicialmente. En la medida que el sistema familiar ha dispuesto de menos recursos, la necesidad de usar materiales que facilitan ese puente emocional con el significado es mayor; y ahí es donde los materiales gráficos nos ayudan enormemente. Las ilustraciones se convierten en un recurso para familias y profesionales sanitarios o educadores que se pueden descargar con la compra del libro.
José Luis: Dichas ilustraciones son preciosas y las caras emocionales vienen con una amplia descripción de cómo se expresa esa emoción con la cara y el cuerpo. Gran trabajo de Zuzene...
Cristina: Cuando la desconexión emocional ha sido la norma, primero hay que realizar enlaces, puentes entre la expresión del cuerpo que resulta desconocida y no se sabe interpretar. Ese lenguaje no verbal necesita de un intérprete, y jugar a representar y amplificar la emoción puede ser una vía para comenzar o facilitar esa conexión entre el cuerpo y el pensamiento expresado en palabras.
Zuzene Seminario, autora de las ilustraciones |
José Luis: Cada capítulo aborda un tema relevante en relación al mundo emocional y relacional: conocimiento de las emociones, resiliencia familiar, el miedo, la seguridad, la intuición, las creencias nucleares…. Propones ejercicios y también compartes los protocolos EMDR que pueden usarse terapéuticamente para trabajar estos aspectos…
Cristina: El libro, sobre todo, quiere hacer hincapié en la necesidad de preparar adecuadamente al niño antes de procesar memorias traumáticas, y para ello tenemos que trabajar con todo el sistema familiar, todo el sistema forma parte y está implicado en las dificultades que presenta un niño. No porque sean responsables directos sino porque son los cerebros auxiliares que tienen que ayudar a manejar las dificultades y las emociones perturbadoras de los menores. Los recursos y dinámicas van salpicando el libro a lo largo de los diferentes capítulos.
José Luis: Algo más que quieras añadir… Por nuestra parte felicitarte por este magnífico libro que va a ser todo un éxito y darte las gracias por atender la llamada de Buenos tratos.
Agradecerte a ti, José Luis por tú atención y dedicarle un espacio en Buenos tratos.
Simplemente añadir que el libro es el resultado también de la delicadeza de la Ilustradora, Zuzene y de su capacidad para captar lo que quería transmitir. Sus ilustraciones están cargadas de detalles para ir descifrando y dedicarles tiempo en las dinámicas propuestas.