lunes, 10 de mayo de 2021

Algunas ideas esenciales sobre divorcio de los padres y buenos tratos a la infancia, por Erenia Barrero y José Luis Gonzalo, psicólogos

El pasado mes de abril de 2021 Aldeas Infantiles SOS España me invitó a compartir un curso sobre intervención psicoterapéutica con padres que se divorcian. Fue un placer aprender con profesionales comprometidos con su labor y con amplia experiencia en el trabajo con los niños/as y sus familias.

Erenia Barrero, psicóloga de Aldeas Infantiles SOS, elaboró un documento con las principales ideas que expusimos. Me ha parecido muy interesante y útil para todos/as los seguidores del blog Buenos tratos que podáis disponer de las mismas. Si trabajáis en este ámbito puede serviros.

Erenia es Licenciada en Psicología. Máster en Salud Pública y Especialista en Medicina Preventiva por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) e Investigador Científico acreditado por la UAM y por la Academia de Ciencias de Cuba.

Ha sido Asesor Técnico de Proyectos de Investigación e Intervención Comunitaria en la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Trabajó como asesora y presentadora de programas dirigidos a familias en la Televisión Educativa Iberoamericana (ATEI) y durante una década fue Coordinadora de un Servicio Municipal de Prevención, donde ejerció como terapeuta individual y familiar para adolescentes en riesgo.

Actualmente es miembro del equipo de la Academia SOS de Aldeas Infantiles SOS España, especialmente dedicada a apoyar la formación de los profesionales que trabajan en Acogimiento Familiar e Intervención Familiar. Se encuentra finalizando el Diplomado en Traumaterapia infanto-juvenil sistémica y ya es miembro de la Red Apega.

Tiene artículos publicados en varios libros:

-Programa FORTALEZA. Guía para una intervención socioeducativa en resiliencia y fortalecimiento familiar. Actualmente en prensa

- FORTALEZA. Programa para el desarrollo de la resiliencia familiar. Ed. Pirámide (2017)

- Cuida de mí. Claves de la resiliencia familiar. UNED (2017)

- Acogimiento Familiar. Manual Práctico. UNED, (2014).

- Colaboradora la elaboración de la Guía de Buenas Prácticas en Parentalidad Positiva. Un recurso para apoyar la práctica profesional con familias. FEMP (2015).

- Y autora de la Guía Interactiva de Formación a Familias: “De eso SÍ se habla”, publicada por CREFAT (2010)

Muchas gracias a Erenia Barrero por esta colaboración, y a Aldeas Infantiles SOS por invitarme. 


https://www.marcombo.com/cuando-mi-corazon-calma-9788426729804/

ALGUNAS IDEAS ESENCIALES SOBRE DIVORCIOS Y BUENOS TRATOS A LA INFANCIA 
  
1. La conflictividad de un divorcio y la incapacidad para gestionarlo desde la competencia parental, puede tener su explicación causal en la historia de vida del padre y/o la madre. El modelo operativo interno (Bowlby, 1983, 1985, 1993) que establecieron con las figuras responsables de su crianza, ha podido generar en ellos disposiciones que pueden fomentar apegos inseguros en sus hijos, y en ocasiones, apego desorganizado.

2. No deberían abordarse con los niños/as las consecuencias traumáticas de una separación conflictiva, al margen de la intervención con sus padres/madres. Es recomendable hacer un trabajo previo con la pareja, para que puedan elaborar el duelo que representa la pérdida y sanear las relaciones entre ellos, haciendo una distinción y segregación entre el rol parental y el rol de cónyuge. No nos divorciamos de nuestros hijos/as. 

3. Es igualmente imprescindible que los progenitores puedan construir una narrativa única y reparadora de la separación, que sea comprensible y asumible por ambos; al tiempo que pueda servir para explicar las causas y consecuencias de la nueva situación a los hijos/as. 

4. Tanto la familia como el terapeuta, deben prestar especial atención a las necesidades de los niños/as que viven una situación de divorcio conflictivo, que básicamente son: 

- No ser rechazado y abandonado, dejar de sentirse visto, sentido y protegido 

- No sentirse culpable de lo ocurrido o de que no se resuelva satisfactoriamente. 

5. Hay que resignificar el síntoma, que a menudo sólo sirve de excusa para emprender soluciones exclusivas y no válidas (farmacológicas y/o terapias individuales con los niños/as) a comportamientos que no tienen en la base una patología, sino un problema relacional que hay que abordar desde la perspectiva del impacto que el divorcio tiene en el desarrollo de los niños/as, que en algunos casos puede ser traumático. Se hacen indispensables evaluaciones más comprensivas y no el uso inadecuado de diagnósticos categoriales que solo llevan a tratamientos parciales. 

6. El trabajo en red cobra aquí la mayor importancia, no sólo para hacer todo lo posible por preservar y fortalecer a la familia, sino también para actuar con diligencia cuando la protección del niños/a, sus necesidades y derechos se vean amenazados. Debemos impulsar ese trabajo y coordinarlo si el caso así lo exige. Eso nos daría tiempo para avanzar en el trabajo familiar, mientras posibles tutores/as de resiliencia (Cyrulnik, 2003) sostienen el dolor del chico/a. Sería de gran ayuda, que todos los recursos tuvieran una comprensión semejante del caso y estrategias de trabajo que sean convergentes de apoyo y acompañamiento. 

ESQUEMA DE TRATAMIENTO PARA ABORDAR SEPARACIONES / DIVORCIOS (BASADO EN BARUDY Y DANTAGNAN, 2017)

Cuando la pareja que se separa está dispuesta a hacer trabajo personal y necesita acompañamiento para ser consistente con los hijos y no perder la conexión emocional. Los padres están básicamente preparados para manejar la separación 

Respuesta consistente (por parte de ambos progenitores) en relación a rutinas, normas y límites, contextos vitales, etc. Una narrativa única que no deje lugar a dobles interpretaciones o reproches de oportunidad. Los padres pueden sintonizar y conectar con el dolor de los hijos y poseen capacidad empática, pudiendo reflexionar sobre las consecuencias que el divorcio tiene en los niños y cómo les impacta en su desarrollo.

Debe haber en esta fase conexión entre la pareja que se separa y entre ambos con el niño/a, para poder explicarle qué es lo que ocurre, por qué ha pasado y que los cambios que se sucederán no ponen en riesgo los afectos filiales y la seguridad de los hijos/as. Deben sentirse vistos, y acompañados en un proceso que supone sin dudas una pérdida. 

No menos importante es que ambos progenitores hagan un control y seguimiento del comportamiento de sus hijos/as, a fin de intentar entender y reconducir posibles respuestas inapropiadas a la situación conflictiva. 

Cuando la pareja que se separa está dispuesta a hacer trabajo personal, pero no preparada para manejar la separación y dar respuestas consistentes, con sintonía y conexión emocional a sus hijos/as

Sintonización y regulación emocional de los hijos/as, pues en este nivel los padres tienen dificultades.

Es preciso que entiendan que no se trata de acallar y controlar el comportamiento que consideran inapropiado, sino más bien de entender cuáles son las necesidades, miedos y preocupaciones que pueden estar expresando esas conductas. 

Si no son capaces de sintonizar y empatizar con los sentimientos y emociones que el niño/a está vivenciando, habrá que realizar un trabajo de psicoeducación con los padres/madres. En ningún caso se trata de reaccionar defensivamente, iniciando así posibles escaladas de violencia, que enquistarían el conflicto. Más bien se trata de mentalizar lo que está ocurriendo, de hacer de espejo a lo que el niño/a siente para ayudarle a entenderlo y manejarlo. Sólo un adulto regulado, podrá ayudar a sus hijos/as a autorregularse. 

Cuando la pareja que se separa no es consciente de la necesidad de hacer trabajo personal y no está preparada para manejar la separación y dar respuestas consistentes y sintónicas a sus hijos/as. Se hipotetiza una historia de trauma no resuelto en su infancia y modelos operativos internos inseguros en relación a su historia de apego que interfieren negativamente para poder estabilizar y hacer esto con coherencia. Existen marcadas dificultades para dar una respuesta consistente a los hijos/as y no pueden sintonizar y conectar con su dolor emocional. Pueden existir en los padres historias de vida no elaboradas en relación a sus figuras de apego, trastornos de la empatía y traumas no resueltos. 

Se requiere dar un paso atrás y examinar la historia de apego familiar que cada miembro de la ex pareja tuvo en su infancia, el modelo de crianza en el que crecieron. Habrá que explorar aquí memorias traumáticas y modelos internos de trabajo (Bowlby, 1983, 1985, 1993) que podrían estar gatillando y replicando comportamientos parentales lesivos. Debemos validar ese dolor no resuelto en ellos, tratar de crear alianzas terapéuticas, manejar con empatía las resistencias y las dificultades para ser consistentes y conectivos emocionalmente con los hijos/as (lo más probable es que sus propios padres no lo fueran con ellos y necesitan ser reparados a este nivel) y ayudar a restaurarlo antes de seguir adelante. Es posible que precisen de una intervención familiar más intensiva y velar por el bienestar de los menores de edad y por su protección.

Referencias

Barudy, J. y Dantagnan, M. (2017). Prólogo. En La armonía relacional. Aplicaciones de la caja de arena a la traumaterapia (pp. 13-22). Bilbao: Desclée de Brouwer.


Bowlby, J. (1985). El apego. El apego y la pérdida 1. Barcelona: Paidós Ibérica.


Bowlby, J. (1993). La separación. El apego y la pérdida 2. Barcelona: Paidós Ibérica.


Bowlby, J. (1983). La pérdida. El apego y la pérdida 3. Barcelona: Paidós Ibérica.


Cyrulnik, B. (2003). El murmullo de los fantasmas. Barcelona: Gedisa.

 

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