"Deb Dana es una trabajadora social clínica que ha transformado con brillantez una teoría basada en la neurobiología en una práctica clínica haciendo que la teoría polivagal cobre vida" (Stephen Porges)
En este vídeo traslada sus conocimientos aplicados sobre la teoría polivagal al público en general y nos enseña cómo hacernos amigos de nuestro sistema nervioso durante la cuarentena.
Como está en inglés, Belén Giner se ha tomado el trabajo de traducirlo al español y transcribirlo, por lo que le estoy muy agradecido, así como a mi colega psicóloga y traumaterapeuta Lourdes Ganzarain, por compartir esta información. La traducción la tenéis a continuación del vídeo.
Cómo hacernos amigos de
nuestro sistema nervioso
durante la cuarentena
Deb Dana, cómo hacernos amigos de nuestro sistema nervioso duante la cuarentena, ante sentimientos de soledad, aislamiento y falta de conexión social.
¿Cómo navegar la distancia social y sentirnos conectados de manera segura?
Todos tenemos nuestra propia manera de atravesar esto, porque aunque nuestros sistemas nerviosos están construidos de la misma forma y es nuestro denominador común como humanos, todos estamos moldeados de forma diferente. Así que no hay una sola manera de hacerlo.
Aunque estamos neurológicamente diseñados para la conexión, y sabemos que nuestro sistema nervioso es un imperativo biológico, también necesitamos la soledad.
A menudo en el mundo ordinario la soledad es un ingrediente ausente.
Y las investigaciones sobre la soledad nos dicen que ésta puede calmar nuestro sistema nervioso simpático, puede aumentar el ventral vagal (movilización, emoción y comunicación = involucración social), aumenta la creatividad, y de hecho también puede aumentar la intimidad y la sensación de conexión (aunque parezca extraño). La soledad también tiene incorporados momentos de conexión secular y espiritual.
Así que va a ser más difícil para algunos, porque estamos diseñados para necesitar la conexión social más a menudo, con más intensidad.. mientras que otros somos más proclives a la soledad.
Te invito a crear un continuum para tu sistema nervioso. En un extremo está la conexión social, después viene la soledad y luego el aislamiento. Dibuja una raya en diagonal en un trozo de papel y en un extremo describe cual sería tu palabra para la conexión social (para la conexión social abundante que tu sistema a veces anhela). En el otro extremo del papel, justo antes del final de la raya, describe la palabra con la que definirías tu experiencia de soledad. Y luego, más allá de la línea de la soledad, describe con una palabra tu sentimiento de aislamiento (Las palabras que ella usa son social, solitude, loneliness).
social - together (social -juntos)
solitude - solitude (soledad -soledad)
loneliness -isolation (solitario - aislamiento)
La Editorial Eleftheria ha traducido los libros de Deb Dana. |
Esa es la forma en que su sistema nervioso se mueve entre esos extremos, y todos estamos en ese continuum (de contacto y retirada) todo el tiempo. El siguiente paso, una vez ha descrito su continuum, es ser capaz de darse cuenta de dónde se encuentra dentro de ese continuum. Si se encuentra en el extremo de la soledad.. darse cuenta: ¿estoy anhelando un poquito del otro extremo, del estar juntos? O si estoy en este sentimiento de estar juntos, ¿deseo moverme un poquito más hacia la soledad?. Solo para sentir un poquito esta hermosa fluctuación que sucede todo el tiempo, y conseguir marcar esos diferentes puntos y moverme entre ellos.
Luego necesito saber cuándo me estoy yendo de la soledad hacia el aislamiento. Y esto es realmente importante. De nuevo, regresando al tema de conocer nuestro sistema nervioso.
¿Cómo me dice mi sistema nervioso que estoy en soledad pero estoy oscilando y en breve voy a pasarme y llegar al aislamiento?
Porque saber dónde nos encontramos nos ayuda a saber que necesitamos hacer.
Una clave para escuchar a nuestro sistema nervioso y conocer la conversación que él está manteniendo contigo, porque eso es lo que creo que ocurre: tu sistema nervioso siempre se está comunicando contigo y haciéndote saber cuando ya has tenido bastante de algo, o no suficiente, cuando necesitas moverte hacia o alejarte, retirarte. Así que primero de todo hemos de conocer esos 3 estados de nuestro sistema nervioso:
1) El estado de regulación ventral, el estado de movilización simpática, y el estado del dorsal vagal (inmovilización). Y hemos de tener algunos puntos de referencia para saber cuándo estamos en cada uno de esos estados. Porque hasta que no sepamos dónde estamos y en qué estado estamos, no entendemos realmente el lenguaje del sistema nervioso.
Así que la clave para la regulación ventral es sentir: en este momento (y no es una sensación de: todo es maravilloso y todo está saliendo genial, sino más bien una sensación de: ¿estoy bien? y ¿puedo gestionar los próximos 5 minutos o este día? Y está bien si no sé adonde voy. Todavía puedo sentirme suficientemente segura para seguir moviéndome por esta situación.
Esa es probablemente la experiencia del ventral, aunque puede que tengamos momentos o micro momentos de profundidad ventral, de anhelo o de cubrir ese anhelo de sentirme conectado. Esos momentos ocurren, pero simplemente estamos siendo bombardeados continuamente por señales de peligro por parte de la sociedad, y por tanto es muy difícil anclarnos en el ventral con todas estas señales entrando continuamente.
Así que simplemente sentimos esos momentos en que nos sentimos: ok, puedo gestionar esto. Eso es un momento ventral.
2) Una señal de movilización simpática es cuando sentimos un torrente de energía que te hace querer moverte y hacer algo, y ese tener que hacerlo desde este lugar de impulso que es el sistema simpático.
3) Por último, la inmovilización dorsal es esta falta de energía, esta especie de desesperación o desesperanza y sentimiento de rendirnos, que nos atraviesa.
Estas son las 3 maneras básicas de saber en qué estado estamos, y de empezar a escuchar más atentamente a nuestro sistema nervioso
Traduce: Belén Giner
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