El modelo de tres bloques de Traumaterapia de Barudy y Dantagnan (2014, 2017)
Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan (2017) refieren que en su modelo de psicoterapia denominada Traumaterapia Infanto-juvenil sistémica, difundido través de un Diplomado, “compartimos y enseñamos a profesionales de la infancia provenientes de comunidades de todo el Estado Español, así como de nuestro país de origen, Chile. Nuestra metodología terapéutica está basada en una lectura sistémica del sufrimiento infantil y en un paradigma integrador cuyos principales dominios son el apego, el trauma, el desarrollo, las competencias parentales y la resiliencia”.
Los cuatro pilares básicos de la traumaterapia (Dantagnan, 2014, 2017):
1. La evaluación comprensiva. Es el qué trabajamos, qué aspectos del niño están afectados por los abusos y hemos de evaluar cuidadosamente con un instrumento elaborado por Maryorie Dantagnan llamado Pauta de Evaluación Comprensiva, donde se consignan todos los apartados de dicha evaluación. Sin esta, realmente se dan palos de ciego, se hace una mala práctica y se aplican técnicas sin ton ni son. La evaluación permite establecer objetivos de trabajo en función de las áreas que están afectadas en el menor de edad como consecuencia del posible impacto traumático de los abusos. Hemos de tener in mente que muchos niños y niñas, además de abuso sexual, han podido sufrir abandono emocional –ausencia de un adulto que fuera sintónico y empático con el niño y a quien pudiera recurrir- maltrato y negligencia, esto es, los abusos sexuales se pueden dar en un contexto de una desprotección mayor.
2. Metodología coherente. Es cómo trabajamos. Es el camino y la manera (coherente con las teorías en las que se sustenta) de poder llegar a la consecución del qué, de los objetivos y metas que nos proponemos en función de los resultados y conclusiones resultantes de la evaluación comprensiva del menor.
3. La co-construcción de una relación terapéutica: Apego terapéutico (Siegel, 2007) Como Maryorie Dantagnan expresa, es con qué trabajamos. La persona del terapeuta es el principal instrumento de reparación y cambio del niño o joven. Precisamente, al afectar el daño del abuso –como hemos afirmado en párrafos precedentes- a una de las áreas fundamentales como lo es el vínculo de apego, los menores pueden estár alterados en la manera en la que establecen y mantienen los vínculos afectivos posteriores, pues sus vivencias y representaciones mentales (cargadas de inseguridad, abandono; o temor, miedo, desconfianza, ambivalencia...) influyen en dichos vínculos.
Las representaciones mentales de apego del niño, codificadas en su memoria implícita (inconsciente), van a interactuar con las representaciones mentales del terapeuta, también codificadas en esta memoria y ambos las enactuarán (escenificarán, corporalizarán...) en el aquí y ahora de la terapia (Wallin, 2012) Por eso un terapeuta debe de trabajar su persona y su historia de vida y elaborarla. Trabajarla para poder conducir su propio apego a la seguridad y poder manejar adecuadamente estas relaciones de transferencia-contratransferencia, ayudando y favoreciendo con sus fortalezas personales a la creación de un apego terapéutico en el niño, fundamental a lo largo de toda la psicoterapia y la base para que todo lo demás (objetivos, técnicas...) funcione y contribuya a reparar al niño de los daños en el apego.
4. Apoyo y promoción de la resiliencia. Es el para qué trabajamos, como nos recuerda Maryorie Dantagnan (2014, 2017) Evidentemente, la finalidad es la consecución de la resiliencia secundaria. La resiliencia secundaria emerge en el niño gracias a los tutores de resiliencia (Cyrulnik, 2003) en los que nos podemos convertir explícita o implícitamente los psicoterapeutas. Pero también el psicoterapeuta necesita trabajar (y el niño lo requiere para que pueda hacer un proceso de reconstrucción resiliente) con el referente del menor de edad (el o los adultos que se ocupan de su persona y le acompañan), los maestros, familiares significativos, educadores, monitores deportivos o de otras actividades...
La resiliencia secundaria (Barudy y Dantagnan, 2005) es un conjunto de cualidades insospechadas que irán emergiendo en el niño o joven gracias a la disposición de recursos externos a lo largo de todo su desarrollo. No son rasgos, no son características estáticas, sino que están en constante proceso de cambio y evolución a lo largo de su desarrollo. Cualidades como el coraje, el orgullo, la perseverancia, el humor positivo, la experimentación creativa, los vínculos cada vez más sanos y positivos que va creando, los límites, las oportunidades de participación en la comunidad, el autocuidado, la toma de opciones más responsables, pedir ayuda, una regulación emocional cada vez más eficaz... son manifestaciones de que la resiliencia, el para qué, emerge.
La evaluación comprende la valoración del niño, del cuidador y del contexto. Maryorie Dantagnan basándose en sus años de experiencia y trabajo con niños y menores con trauma complejo, y recogiendo los aportes de la neurobiología interpersonal, incluye estos tres elementos porque son inseparables y se interinfluencian unos con otros. "No podemos entender nada si lo aislamos de su entorno" El principio budista de que el todo contiene a las partes, y a la inversa (las partes forman un todo en estrecha comunicación) es llevado a su máxima expresión por Maryorie Dantagnan. Sería una psicoterapia negligente la que dejara fuera de la valoración y la intervención al cuidador o referente del niño, así como la que prescindiera de la influencia (y transacciones entre menor / ambiente) del contexto. Muchas veces este último (hemos aprendido con Maryorie Dantagnan) influye y hasta condiciona poderosamente la psicoterapia y su proceso.
Modelo de intervención en Traumaterapia tres bloques de Barudy y Dantagnan. |
Los tres bloques de intervención (Dantagnan, 2014, 2017)
Bloque I. SINTONIZACIÓN Y AUTORREGULACIÓN. Conscientes de que los menores de edad víctimas de los traumas provocados por los abusos sexuales presentan déficits en esta área, en este primer bloque nos centramos en trabajar los siguientes aspectos (los que se encuentren afectados tras la evaluación):
Estabilizar las rutinas en el menor de edad.
Potenciar los elementos del contexto que permiten la vinculación positiva, la contención y la regulación.
Tratamiento de la sintomatología aguda que el menor pueda presentar con las técnicas adecuadas e, incluso, con tratamiento farmacológico si es preciso (interconsulta con psiquiatría)
Desarrollar las habilidades de auto-observación del menor de edad para que aprenda a conocer sus estados internos y los disparadores que en las distintas situaciones los gatillan.
Proporcionar psicoeducación sobre los efectos del trauma en el cerebro. Del mismo modo, es necesario proporcionar psicoeducación sobre sexualidad y vínculos afectivos sanos.
Desarrollar habilidades de expresión y modulación adecuada de las emociones.
Bloque II. EMPODERAMIENTO. Una de las nefastas consecuencias del trauma de abuso sexual suele ser la sensación de vulnerabilidad, de indefensión y sensación de amenaza permanente que acompaña a la persona. Por ello, los autores expertos en trauma hablan de devolver a la víctima el poder perdido. Específicamente:
Que el menor de edad vaya siendo protagonista de su propio proceso de terapia, de tal manera que el trabajo terapéutico es co-dirigido. Hacer consciente al menor de edad de su propio modelo interno de trabajo (representaciones mentales que pueden contener rasgos del abusador) y trabajar con los contenidos del mismo tratando de modificar estas representaciones.
Tratamiento de las partes o estados del yo disociados.
Tratamiento de la identidad y la autoestima del menor de edad.
En este bloque se utilizan también técnicas diversas expresamente diseñadas para trabajar estos contenidos. La técnica de la caja de arena es idónea para el tratamiento de las víctimas de abuso sexual porque permite acceder al trauma desde lo no-verbal y de un modo lúdico y metafórico que ofrece la distancia suficiente para que recordar no sea una fuente de sufrimiento adicional.
Caja de arena elaborada por una menor abusada de 12 años:
La muerte viene a llevarse a los niños al matadero, mientras las que viven en casa no lo ven.
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Bloque III. REINTEGRACIÓN RESILIENTE. Es el bloque de tratamiento más delicado y de gran profundización, en el que más apoyo requiere el menor de edad del psicoterapeuta -y de la red- para poder tener suficiente coraje y valentía para hacer este trabajo. Específicamente:
Desarrollo de una narrativa histórica con el menor de edad.
Tratamiento de los contenidos traumáticos específicos del abuso.
Proyección de futuro.
Opciones y consecuencias.
Cierre de las sesiones. Éste se planifica con tiempo y se trabaja específicamente pues la despedida y la separación en una psicoterapia vincular se cuida especialmente. En este bloque se utilizan también técnicas diversas expresamente diseñadas para trabajar estos contenidos.
Respecto a la caja de arena que hemos mencionado, en este bloque esta se revela también como un potente instrumento terapéutico que favorece que el menor de edad pueda expresar sin tanto dolor y de una manera segura, procesando la experiencia (desde los tres modos: intelectual, corporal y emocional) con niveles moderadamente altos de ansiedad y activación, los contenidos traumáticos específicos y la elaboración de historias de vida.
Solamente terminar estos dos post sobre tratamiento de los abusos sexuales sensibilizando a todos y todas de la enorme importancia que tiene creer a las víctimas de abuso sexual (los casos en los que la víctima se lo inventa o son falsos recuerdos son escasos) y estar dispuestos a escuchar, sentir y conectar con lo que nos transmitan.
REFERENCIAS
REFERENCIAS
Barudy, J. y Dantagnan, M. (2005) Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y resiliencia. Barcelona: Gedisa.
Barudy, J. y Dantagnan, M. (2017) Prólogo. En Gonzalo, J.L. y Benito, R. (2017) La armonía relacional. Aplicaciones de la caja de arena a la traumaterapia. Bilbao: Desclée de Brouwer.
Cyrulnik, B. (2003) El murmullo de los fantasmas. Barcelona: Gedisa.
Dantagnan, M. (2014) La trauma-terapia sistémica aplicada a los niños, niñas y adolescentes afectados por traumas. Un modelo basado en los buenos tratos y la promoción de la resiliencia. Powerpoint presentado en el marco del Diplomado en trauma terapia infantil sistémica. Bilbao: Documento no publicado.
Siegel, D. J. (2007) La mente en desarrollo. Cómo interactúan las relaciones y el cerebro para modelar nuestro ser. Bilbao: Desclée de Brouwer.
Wallin, D. (2012) El apego en psicoterapia. Bilbao: Desclée de Brouwer.