IV CONVERSACIONES SOBRE
APEGO Y RESILIENCIA
INFANTIL
SAN SEBASTIÁN, 4 y 5 DE OCTUBRE 2019
Inscripciones: www.joseluisgonzalo.com/eventos
¡¡Últimas plazas!!
Inscripciones: www.joseluisgonzalo.com/eventos
No habíamos entrevistado a todos y todas los/as que participan en las IV Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil. Faltaban ellas, las directoras (representantes) de Lauka -mujeres emprendedoras allá por 1994, cuando fundaron esta empresa- que han construido, junto con la Diputación Foral de Gipuzkoa y sobre todo gracias a la entrega desinteresada de muchas familias guipuzcoanas (hombres y mujeres buenos y buenas, como diría Jorge Barudy), esta magnífica realidad que hoy en día es el acogimiento familiar: la provincia más pequeña pero la más grande en solidaridad con la infancia desprotegida. Todo un ejemplo para el resto de comunidades autónomas.
El Centro Lauka, en vísperas de participar -junto con familias y otros protagonistas- en las IV Conversaciones, nos ofrecen en esta entrevista el relato de estos años de construcción del acogimiento familiar en Gipuzkoa: quiénes son, cómo surgieron, los desafíos y retos que el acogimiento familiar presenta, el trabajo que han hecho estos años, qué es necesario mejorar, su visión sobre el lema del congreso (Tempus fugit) y un adelanto de lo que hablarán en la mesa de experiencias el día 5 de octubre en San Sebastián, moderados y conducidos por Pepa Horno Goicoechea (a quien también entrevistamos)
Sólo me queda testimoniar mi enorme agradecimiento y cariño a toda la familia del Centro Lauka, con quienes a lo largo de estos años he colaborado y aprendido con ellas sobre cómo trabajar con los niños y niñas acogidos, por su participación desinteresada en este congreso para poder regalarnos su rica experiencia y sus conocimientos. Gracias, amigos y amigas de Lauka, os esperamos en San Sebastián-Donostia.
En esta mesa de experiencias habrá emocionantes momentos y... ¡sorpresas!
El Centro Lauka, en vísperas de participar -junto con familias y otros protagonistas- en las IV Conversaciones, nos ofrecen en esta entrevista el relato de estos años de construcción del acogimiento familiar en Gipuzkoa: quiénes son, cómo surgieron, los desafíos y retos que el acogimiento familiar presenta, el trabajo que han hecho estos años, qué es necesario mejorar, su visión sobre el lema del congreso (Tempus fugit) y un adelanto de lo que hablarán en la mesa de experiencias el día 5 de octubre en San Sebastián, moderados y conducidos por Pepa Horno Goicoechea (a quien también entrevistamos)
Sólo me queda testimoniar mi enorme agradecimiento y cariño a toda la familia del Centro Lauka, con quienes a lo largo de estos años he colaborado y aprendido con ellas sobre cómo trabajar con los niños y niñas acogidos, por su participación desinteresada en este congreso para poder regalarnos su rica experiencia y sus conocimientos. Gracias, amigos y amigas de Lauka, os esperamos en San Sebastián-Donostia.
En esta mesa de experiencias habrá emocionantes momentos y... ¡sorpresas!
1. Conozcamos quiénes forman la gran familia de familias, quienes son Lauka…
En primer lugar, José Luis, nos gustaría agradecerte, la gran oportunidad que nos has brindado al permitirnos participar en las IV Conversaciones de Apego y Resiliencia que, sin duda, se han convertido en una referencia clave para quienes trabajamos en este campo. Desde que nos conocimos hace más de 20 años, además de gran amigo, has sido un referente muy importante para nosotras y hemos compartido experiencias y vivencias que hacen que tú también formes parte de la gran familia de Lauka y que vamos a tratar de describir a continuación.
Actualmente Lauka somos un equipo de 68 profesionales que día a día trabajamos para que el acogimiento familiar siga mejorando y ofreciendo un contexto familiar reparador y de protección para los niños y niñas que no pueden convivir con sus familias. Somos un equipo maduro y diverso, compuesto por profesionales de varias generaciones, lo que nos permite contar con la experiencia y trayectoria de la veteranía, así como con la energía e ilusión que aporta la juventud cuando cuenta con la formación necesaria y el rodaje que da el participar en las diferentes actividades del programa.
Pero efectivamente nos sentimos familia de familias; buscamos tejer lazos con niños, madres, padres, abuelos, abuelas, tíos, tías… para empoderarles en los diferentes roles y lugares que ocupan, y ofrecerles el apoyo que consideramos necesario. Tanto si son personas menores de edad acogidas, como si son sus progenitores, familia extensa , o familias de acogida, las sentimos parte del Programa y ocupan un lugar importante para nosotras.
Por tanto, son muchas las personas y profesionales que incluimos y consideramos parte de Lauka.
2. 25 años de acogimiento familiar en Gipuzkoa, 343 personas acogidas actualmente en familias (somos una provincia indudablemente muy solidaria), todo ello es reflejo de la excelente labor que el Centro Lauka ha desarrollado y desarrolla (junto con la Diputación Foral de Gipuzkoa) en este ámbito de la protección a la infancia. ¡Muchas felicidades! ¿Podéis compartir el relato de estos 25 años?
En este momento hay 343 niños y niñas acogidas en familia: 121 en familias extensas o allegadas y 222 en familias ajenas. Además, hay también 60 jóvenes mayores de edad con los que realizamos un acompañamiento hasta los 23 años. Es verdad que Gipuzkoa es territorio histórico muy solidario, y pensamos que tanto Diputación Foral, como Lauka, hemos tratado de cuidar mucho el acogimiento familiar. Primero porque no es fácil ser familia de acogida y se necesita apoyo para ello, y segundo, porque la sociedad cambia constantemente y tanto las familias como las personas menores de edad acogidas son muy sensibles a la realidad social de cada momento. Por eso, la adaptación constante del Programa, del equipo de Lauka, y de la Diputación Foral de Gipuzkoa, ha sido algo que ha estado muy presente a lo largo de estos 25 años.
Este proyecto lo iniciamos 4 compañeras y amigas de un equipo de investigación de la Universidad del País Vasco ilusionadas por seguir trabajando en el campo de la protección infantil en el que nos habíamos formado, y con la necesidad de buscar una salida labora fuera de la universidad.
Después de mucho intercambio de ideas, allá por 1994, diseñamos un proyecto de seguimiento para el Acogimiento Familiar, al que llamamos Harkor, y nos constituimos como Lauka, un nombre que nos gustó y con el que nos identificamos las cuatro socias. A partir de ahí buscamos diferentes fuentes de empleo con el fin de subsistir para poder desarrollar el proyecto de acogida familiar que queríamos impulsar en Gipuzkoa. Así, cuando la Diputación Foral de Gipuzkoa sacó el concurso correspondiente nos presentamos y, tras ganarlo, empezamos a trabajar codo con codo con la Administración para darle forma e instaurarlo. Entonces había pocas familias, y empezamos atendiendo solo a las ajenas, pero ya ofrecíamos servicios que con el tiempo se han visto claves y se han ido consolidando: la orientación familiar, el seguimiento a la familia biológica, las visitas, las urgencias… Desde el principio nos sentimos muy acogidas por la Administración, y empezamos un viaje conjunto en el que fuimos introduciendo los cambios y las mejoras necesarias para poder responder a las necesidades que se fueron identificando. A lo largo de estos 25 años hemos conocido a diferentes profesionales, y vivido la gran transformación que se ha ido dando en la atención a la infancia desprotegida. Hemos podido participar en muchas actividades y servicios impulsados desde diferentes instituciones y entidades, y hemos aprendido mucho; a la vez que hemos ido ampliando los servicios que ofrecemos, aunque cada vez somos más conscientes de la complejidad del acogimiento familiar, y de que queda mucho por hacer en Protección Infantil.
Así, ya hace más de 15 años que una de las socias fundadoras, volvió a la universidad, pero las tres socias actuales seguimos investigando y viviendo con pasión el trabajo en Lauka, y compartimos el interés por seguir mejorando y consolidando la medida de acogimiento familiar.
Encuentro de las Familias de Acogida de Gipuzkoa en 2018. |
3. El 25 aniversario del Centro Lauka, empresa que gestiona este programa para (y junto con) la Diputación Foral de Gipuzkoa, es un acontecimiento que es también una oportunidad para poder reflexionar sobre esta medida de protección. Por eso, en las IV conversaciones una de las mesas de experiencias será sobre este tema. ¿Podéis darnos un adelanto de lo que tratará? Moderará y animará la mesa Pepa Horno Goicoechea (podéis leer la entrevista). En dicha mesa participará una representación de los protagonistas de estos años: familias, menores de edad, profesionales… ¡Estamos encantados! Dadnos un adelante (lo que se pueda desvelar).
Será una mesa formada por diferentes personas vinculadas a Lauka y el acogimiento familiar: familias acogedoras, dirección, profesionales, personas con experiencia de acogida; sobre todo aquellas que tienen una trayectoria compartida con Lauka, y que han vivido el acogimiento familiar desde diferentes puntos de vista, y con la perspectiva que da el paso del tiempo.
Queremos que se puedan expresar, que compartan sus reflexiones, sus vivencias y emociones, que puedan transmitir aquello que sientan que el acogimiento familiar representa o les ha aportado; sabemos sobre todo que van a hablar desde su experiencia, y que comparten con nosotras la convicción de que el acogimiento familiar es una medida de protección que merece la pena, que sirve como motor de resiliencia.
4. Tempus fugit es el lema del congreso ¿Desde vuestra experiencia, qué es necesario mejorar?
Es un lema interesante, “el tiempo vuela”, la vida pasa deprisa… y los niños y niñas crecen, y lo hacen muy rápido, pero la resiliencia es lenta, es una carrera de fondo; cuesta mucho reparar heridas, deshacer el daño, recuperarse… Por eso, es necesario aprender de la experiencia e incorporar a ella todo lo que la ciencia y las buenas fuentes en esta materia nos aportan y explican. No se puede perder tiempo, y eso implica pararse a pensar en cómo podemos proteger a la infancia, de verdad.
Creemos que es muy importante que toda la sociedad, pero los profesionales que trabajamos en este campo en particular, seamos muy sensibles respecto a la forma de dimensionar la variable tiempo en protección infantil. Las intervenciones y las diferentes medidas que ponemos en marcha suelen ser demasiado largas y con frecuencia agotan tiempos que estos niños y niñas no tienen. Como nos enseña una de las técnicas de la traumaterapia, debemos mirar la realidad con las gafas de los niños, y niñas y no con las de los adultos. Resulta imprescindible sustituir la mirada adultista por otra mucho más comprensiva con las necesidades de la infancia, especialmente de la infancia desprotegida.
Asimismo, y como tantas otras personas y profesionales recomiendan, compartimos y seguimos insistiendo en la importancia de mejorar la promoción del buentrato, que fomenta la prevención del maltrato. Es imprescindible mejorar en la formación de las personas que toman decisiones que afectan a las vidas de los niños y las niñas, para evitar que el maltrato se alargue, que las soluciones y medidas sean más eficaces. Hace falta generar recursos de tratamiento que optimicen las posibilidades de recuperación, tomar decisiones valientes que protejan de verdad.
5. ¿Cuáles son los principales retos y desafíos cara al futuro?
Se habla mucho de la necesidad de conciliación familiar, de la crisis de valores en el mundo global, de crisis económicas, humanitarias… y percibimos que las familias, las personas, en general están muy sobreexigidas. Vivimos en un primer mundo que, a pesar de ser más consciente de los derechos humanos y contar con personas y movimientos solidarios, también está reforzando el hedonismo y la cultura del mínimo esfuerzo, y el temor a la pérdida.
Todo esto dificulta la disposición de las personas para cuidar, para integrar a otros en la vida de uno. Que el acogimiento familiar se ejerza desde la solidaridad y la voluntad de compartir una vida familiar va a requerir que en el futuro se creen recursos que nutran esta medida de protección, servicios que lo faciliten y promuevan.
Pero como decíamos antes, el principal reto sigue siendo la prevención y para eso hay que trabajar en las causas del maltrato infantil y en la promoción del bienestar infantil. Y para ello, es necesario promover equipos con profesionales de diferentes ámbitos formados en esta materia y respaldados por las instituciones competentes.
Igualmente, también vemos necesario mejorar los recursos que se ponen a disposición de la rehabilitación y la resiliencia de los niños y niñas, y seguir reforzando los recursos de los programas de seguimiento. En esta línea, el modelo de traumaterapia creado por nuestros admirados y queridos Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan supone una óptica fundamental para entender el sufrimiento infantil y las vías de superación del mismo, y nos gustaría que la red Apega que lleva creándose desde hace tantos años se extienda todavía más y llegue al mayor número posible de profesionales: nos gustan las gafas que nos han dado Jorge y Maryorie.
6. ¿Qué consideráis que las familias, educadores, maestros, psicólogos, médicos… que acompañan y trabajan con los niños deben tener presente en su día a día en su mente y no olvidar?
Las necesidades, los derechos, y la vulnerabilidad de los niños y niñas víctimas de desprotección, así como su responsabilidad a la hora de relacionarse y tratar con ellos. Deben ser conscientes de que sus decisiones y sus actuaciones pueden contribuir a que estas niñas y niños tengan oportunidades en su vida, o no las tengan. Y por supuesto, tener presente que el desarrollo de los niños y niñas no puede esperar: no solo hay que tomar buenas decisiones, hay que hacerlo a tiempo.
7. ¿Vuestras citas favoritas?
En la literatura hay muchas citas que nos gustan pero quizá nos quedamos con estas:
"Si no eres parte de la solución eres parte del problema. Y si no eres ninguna de las dos cosas entonces eres parte del paisaje". Es una frase que nos recuerda que no hemos de quedarnos indiferentes ante lo que no nos gusta, o nos parece injusto; que nos hace pensar en nuestro papel ante algo. (no está clara su autoría, si es un proverbio chino, aunque son varios los autores que la han hecho suya).
Boris Cyrulnik |
“Para que el sueño nos haga felices, basta con acostarnos, pero para desencadenar un proceso de resiliencia, necesitamos soñar y después levantarnos”. Boris, Cyrulnik “Morirse de vergüenza: El miedo a la mirada del otro”.
“Para, respira, observa y actúa”. “Responder en vez de reaccionar”. Nos enseña a tomarnos el tiempo y espacio necesario para dar un paso atrás y ver la globalidad. (Ponencia de Mikel Valverde en las IV Jornadas de Protección a la Infancia y Adolescencia. Marzo 2019).
Adela Cortina |
“Cambiar la sociedad hacia algo mejor exige en realidad trabajar también desde la sociedad civil, exige convertir también a la sociedad en protagonista de su futuro. Uno de los lugares privilegiados de la sociedad civil es el mundo de las profesiones”. Adela Cortina. ¿Para qué sirve realmente la ética? (Spanish Edition). Grupo Planeta.
8. ¿Podéis contarnos alguna experiencia resiliente (salvando la intimidad de las personas) vivida con los niños/as en acogimiento familiar que se os haya quedado grabada?
Una de las principales motivaciones para seguir con este trabajo es que te permite conectar con lo mejor del ser humano y ser testigo de historias de superación y entrega maravillosas. Por ello, después de tantos años resulta difícil destacar una historia por encima del resto; sin embargo, podemos adelantar que en la mesa de las jornadas vamos a conocer y compartir una de las que nos tocan más profundamente: va a participar una joven a la que conocimos como niña en acogida y que actualmente trabaja en Lauka. Esta persona nos va a permitir conocer cómo se vive el acogimiento familiar desde las diferentes perspectivas de niña acogida o profesional.
Por último, y aunque no nos olvidamos del resto de niños y niñas, nos gustaría recordar aquí a esos bebés que hemos conocido en circunstancias extremadamente graves y que, gracias a su afán de supervivencia, y a la enorme entrega de las familias que los han acogido, están hoy en día evolucionando de forma muy positiva. Las propias familias de acogida tienen historias de resiliencia que nos han contado, y que gracias a oportunidades que la vida les ha dado y han sabido aprovechar han podido hacer que la cadena de la resiliencia se amplíe a otras personas. Como personas, ser testigo de ello es un privilegio y nos devuelve la confianza en el ser humano.
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