lunes, 9 de enero de 2017

Un excelente libro para empezar el año: "El apego. Cómo nuestros vínculos nos hacen quienes somos", de la Doctora en psicología Inés Di Bártolo.

Recientemente he terminado el libro de Inés Di Bártolo (especialista en la teoría del apego, profesora titular de la Universidad Católica Argentina, Doctora en Psicología, docente en cursos de postgrado y doctorado, conduce investigación y ejerce la práctica clínica con niños y adolescentes) titulado “El apego. Cómo nuestros vínculos nos hacen quienes somos. Clínica, investigación y teoría” Editorial Lugar, Buenos Aires, 2016. 

Me ha atrapado y aportado enormemente este libro por varias razones. Desde aquí felicito a la autora por su excelente trabajo, el cual recomiendo a todos/as los/as lectores de Buenos tratos, tanto si son profesionales (de orientaciones diversas) como a familias y personas en general interesadas por la teoría del apego y sus aportes. Aunar rigor científico con un texto comprensible y accesible al público es –como he dicho en otras ocasiones- una cualidad al alcance de pocos. La Doctora Di Bártolo es una de las personas que lo ha conseguido. El texto no resultará complejo al lector no familiarizado con la psicología.


La primera virtud que le veo es que para ser un libro no demasiado extenso (237 páginas no es un tamaño excesivo para lo prolija que es la teoría del apego y lo mucho que hay que contar) es una visión completa del dominio del apego. Quien lea el libro se ha hecho con un conocimiento de todos los aspectos importantes a nivel clínico y de investigación que conforman el apego, tanto de teoría como de intervención. Y ofrece, además, múltiples referencias bibliográficas para profundizar en el tema. 


El segundo aspecto que considero un acierto es que reúne en una lograda combinación expositiva lo que la investigación empírica en teoría del apego aporta (ella lo llama la reinvención de la rueda: “el psicoanálisis tiene una tradición rica en la conceptualización de las estructuras mentales, con muchos puntos en común con la teoría del apego. Pero la revolución de la teoría del apego es contar con los instrumentos para investigar estas estructuras empíricamente. En muchos aspectos, los teóricos del apego parecen estar reinventando la rueda que ya inventaron los psicoanalistas. Pero es una rueda con una diferencia básica: una cosa es hablar de las estructuras internas de la mente y otra investigarlas empíricamente”) con su experiencia como clínica (donde podemos aprender de viñetas clínicas que utiliza para ilustrar con casos reales los temas que ella va exponiendo) A ello le añadimos, además, el compromiso ético de la autora con la infancia desde lo que este gran descubrimiento que es el apego puede aportar a la infancia vulnerable y vulnerada: las implicaciones que para las políticas públicas tiene la comprensión de los trastornos del apego. Aquí la Doctora Di Bártolo desarrolla un epígrafe de obligada lectura para todos/as los/as técnicos de protección a la infancia que toman las decisiones sobre el marco convivencial y de figuras adultas a ofrecer a los menores maltratados y que pueden marcar (¡y de que manera!) su futuro. Tengo permiso de Inés Di Bártolo para transcribir ese epígrafe, y lo haré en un próximo post porque pienso que puede ser de gran utilidad darlo a conocer. Son muy sensibles las decisiones que se pueden tomar y hacerlas desde un modelo científico como lo es el apego, ofrece una base sólida.



El tercer aspecto que me ha capturado desde nada más ojear el libro, es la estructura del guión y los temas a tratar. Es un gran acierto empezar el libro por las bases de la teoría del apego. Los conceptos fundamentales, para que el libro sea accesible a las personas no conocedoras de esta propuesta científica y nadie sea descartado. Se explica con claridad -con una lectura fácil y amena pero impecablemente académica y clínica- cómo el apego se construye desde las experiencias interpersonales al mundo representacional interno. 

Inés Di Bártolo explica qué es el procedimiento de la Situación extraña (ideado por Mary Ainsworth): el paso científico para demostrar cómo el niño desde muy temprana edad  genera en su mente modelos internos en los que se representa la relación de apego, y que éstos difieren unos de otros en función de la calidad de los cuidados recibidos. La Situación extraña -la doctora usa esta expresión- equivaldría a que un científico analizara los restos arqueológicos de una determinada civilización. A partir de los mismos, podría averiguar muchas cosas sobre su cultura, religión, costumbres… Del mismo modo, cuando analizamos la Situación extraña, podemos inferir mucho de lo que ha sido la relación del bebé con su figura de apego y la huella que internamente ha dejado en la psique del menor. 

El libro avanza y desarrolla un capítulo donde nos propone cómo evaluar el apego en los niños más mayores (desde los 3 años a la segunda infancia): los guiones lúdicos de apego. Nos describe distintos instrumentos para acceder a las representaciones de apego de los niños como lo es el clásico Tareas Incompletas de Apego (de Bretherton, Ridgeway y Cassidy); pero también más recientes y modernos como las Tareas de Historias de Apego para Niños de Manchester. 

El cuarto aspecto que me ha encantado está en el capítulo 3 de la obra que nos habla de apego, riesgo y psicopatología. Incluye una conceptualización de los trastornos del apego que me ha resultado muy clarificadora. Los trastornos del apego ya constituyen cuadros psicopatológicos, nos recuerda la autora. Así pues, ella contempla tres categorías donde inserta las clasificaciones:

1. El apego no llega a formarse porque un niño no puede organizar un apego a ninguna figura en especial. Los contextos suelen ser muy específicos: institucionalización, cambios frecuentes de hogares y abandono o maltrato extremo. Aquí incluye los trastornos reactivos del apego.

2. El niño ha logrado establecer la relación de apego con una figura preferida y discriminada. Pero en la relación hay una perturbación severa. El funcionamiento de la figura de apego como una base segura está distorsionado.

3. El niño pierde abruptamente a una figura de apego. El niño tiene una reacción de duelo y dolor similar a la adultez.

Finalmente, tras pasar detallada revista al apego en la adultez y a los recientes aportes de la teoría de Peter Fonagy sobre la mentalización, dedica el resto de capítulos a la intervención desde la perspectiva vincular tanto con adultos como con niños.

La autora nos llama la atención -y subraya- un aspecto relevante que no se nos debe de olvidar: trabajar el apego con los pacientes es trabajar la relación. La relación, como afirma Di Bártolo, es el tercer paciente. Si hacemos psicoterapia con el menor, hemos de trabajar con el referente adulto del niño, sí. Pero además, hemos de constituir como objetivo de tratamiento el tercer paciente: la relación. Hay que tratar la relación referente/niño. Esto entronca y casa perfectamente con la propuesta de traumaterapia de Maryorie Dantagnan en la que la relación niño/referente es uno de los ejes centrales. 

Y me recuerda otro tema crucial: al afirmar que un niño presenta un trastorno del apego, hemos de ser cautelosos y cuidadosos con considerar esto sólo como rasgo interno del menor. Es cierto que presenta unas características y unos síntomas pero nunca hemos de soslayar que son síntomas que emergen en la vinculación con el otro. Con lo cual, lo que ese otro haga (adulto responsable del cuidado del niño) también tiene influencia. Todo sucede en una relación, no somos entes aislados. El problema no sólo es del menor. 

Un libro, en resumen, que debe formar parte de nuestra biblioteca: clarificador, completo, riguroso y ameno. Personalmente, descubrir en otros profesionales como Inés Di Bártolo (y en este caso, además, académica) de prestigio refuerzos de este tipo, que casan muy bien con el tipo de psicoterapia que uno practica, que le abren nuevos conocimientos, son un estimulo y motivación enormes para proseguir en nuestra labor.

En el próximo post transcribiré cuáles son para Inés Di Bártolo, desde su experiencia como clínica e investigadora, las implicaciones para las políticas públicas de la comprensión que actualmente tenemos sobre los trastornos del apego. Y en este tema la doctora coincide plenamente con el punto de vista que nosotros sostenemos en este blog, y con el de otros muchos profesionales como, por ejemplo, Barudy y Dantagnan. Remar en una misma dirección reconforta y refuerza en el camino a seguir, sobre todo cuando encontramos refrendo en la investigación y práctica de profesionales y académicos tan eminentes como Inés Di Bártolo. 

Podéis escuchar una entrevista radiofónica a la Dra. Di Bártolo haciendo click aquí.

La picada de primeros de año. Es una tradición terminar los posts ofreciéndoos algo interesante para compartir. Hoy la picada es una entrevista que me hicieron en el blog Educación Emocional. Lo dirige la psicopedagoga Izaskun Valencia, donostiarra como yo. El mes de octubre pasado me entrevistó para su blog, haciéndome un gran honor. Me preguntó sobre distintas cuestiones como la importancia del apego, cómo es trabajar con menores con daño emocional, que son los buenos tratos, cómo debe ser una relación para que sea reparadora, sobre la caja de arena… Hasta ahora no la había mencionado en mi blog pero compañeros/as me han animado a que la consigne y difunda. Así que, si es interesante y puede seros útil, la comparto con todos/as vosotros/as gustosamente. Podéis encontrarla haciendo click en la palabra Educación Emocional

Buenos tratos regresa el día 23 de enero con la firma invitada del mes dentro de la sección "Diez meses, diez firmas II" Colabora con Buenos tratos la educadora social Rocio Fraga.

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