Larraitz Gorrotxategi Gorrotxategi, estudiante de psicología, hija adoptiva, participó en las "II Conversaciones sobre apego y resiliencia infantil" celebradas en Donostia los pasados días 27 y 28 de noviembre de 2015. Intervino en la mesa de conversaciones 1. Para ello, preparó este texto que me ha entregado, y que con su permiso, he tenido a bien en subirlo al blog para que podáis (familias acogedoras, adoptivas, profesionales de protección a la infancia y personas interesadas en general) beneficiaros del mismo. Su lectura la considero imprescindible porque nos acerca al mundo de los adoptados. Larraitz Gorrotxategi entreteje los elementos que ella considera (y que podemos compartir plenamente) necesarios para que contribuyamos a que los menores hagan un proceso psicoeducativo que culmine en la creación de un vínculo saludable.
Este post atesora reflexiones impagables, y a la vez argumenta qué necesitan los menores adoptados. Leedlo, os va a resultar de gran utilidad y os va a ayudar en la ardua tarea de acompañar a vuestros hijos/as en su proceso de resiliencia. Sabremos claramente QUÉ tenemos que hacer y QUÉ NO tenemos que hacer.
Cómo podemos acompañar a nuestros hijos/as en su recorrido para crear un vínculo saludable, por Larraitz Gorrotxategi
RESTAURAR LA CONFIANZA
Esto se gana gracias al respeto que se le da a su historia de
vida, a sus sentimientos, a los tiempos que el niño necesita para fiarse, para
sentir e incluso para estudiar…. La confianza se genera a partir de poder
sentirse escuchado y no juzgado, porque ese niño por dentro se ha sentido
invisible, ha llorado en silencio porque no ha tenido apoyo.
Entonces, en mi opinión, los puntos a seguir para construir la base
de la confianza son actuar siempre con cariño, con respeto, con paciencia y con
constancia.
Educar sin castigo físico. La historia de vida de
muchos niños está marcada tanto por el abandono como por el maltrato físico, es
necesario que sea un punto indiscutible que los nuevos cuidadores no vuelvan a
agredir, ya que si lo hacen solo
motivarán la desconfianza y el rechazo. Además, es un mensaje contradictorio ya que asimila como normal que se le
agreda, pero
también por experiencia sabe que no se puede fiar de alguien que sabe que
le puede dañar.
Ser previsible y tener coherencia
conlleva que el niño logre seguridad y confianza en sus cuidadores. La
coherencia en la manera de actuar siempre debe de ser de la misma forma para
que nos permita saber cuáles son las consecuencias. Si yo llego tarde, sé que
mi madre me reñirá. La siguiente vez que lo haga pasará lo mismo… Pero si
no hay coherencia provocará incertidumbre y desconfianza. Por ello. los límites
deben ser claros, transmitidos con firmeza y cariño. Por ejemplo en los
horarios, en las rutinas, colegios, baños… Las horas de las comidas y descanso.
Añadir también que los límites sirven para la contención emocional.
No porque haya enfados hay menos amor. Hay que recordar y decirlo:
“Yo te quiero mucho y no porque te riña
significa que te deje de querer”. Esto se me quedo grabado porque el
mensaje que recibía era que mi madre era INCONDICIONAL (Por encima de todo tú eres mi hija) Así mismo, mi madre me
demostró que podía quejarme sin miedo al rechazo y sin miedo al abandono. Podía
exteriorizar mi malestar porque me hizo sentir
sentida (Siegel, 2007).
También es importante que el pasado del niño NO sea un tema tabú. El niño se ha sentido invisible, ninguneado y SI de repente, empieza a
hablar de su pasado… AHÍ es cuando te está diciendo: “Tengo confianza en ti,
puedo contar contigo” Hablar sobre su historia de vida no significa que no se
sienta a gusto en la familia, no es un reproche y mucho menos un ataque, es que cuando uno se
atreve a hablar de lo que le ha sucedido, sobre sus angustias te está indicando
que se siente cómodo. En
mi opinión se arrastra el pasado cuando no se habla
de él, cuando no hay oportunidad para darle valor… Es necesario escuchar,
además favorece la complicidad y con ello te
está permitiendo ser su ayuda. También es muy importante prestar
atención a sus comportamientos, ya que en ellos se puede reflejar
sin necesidad de palabras, situaciones vividas. En mi caso la angustia que
sentía, se calmaba al sentirme escuchada.
Es necesario que haya un acompañamiento como la psicoterapia, que es una ayuda externa que nos enseña a dar importancia a las
experiencias vividas tanto por los niños como por los padres. Pero en
ocasiones el niño esta tan dañado que le es imposible ir… Todo en su debido
momento sin presionar. Una de las posibilidades es que los padres acudan a la
sesión para que puedan compartir con el terapeuta las dificultades y reciban
apoyo y herramientas para intervenir.
RESPETAR LOS TIEMPOS
Hay que valorar y ser consciente del proceso del niño, no hay que
forzar porque cada uno necesita sus tiempos, sin tener cerca una vara de medir. Para crear un vínculo es
necesario ser consciente de los sentimientos de los niños, basándose en que
después del daño todos seriamos reticentes a volver a confiar, y que ellos son
los que deben volver a confiar en los nuevos cuidadores.
A nivel de los estudios, ¡no es una carrera!,
al fin y al cabo lo importante es ser constantes y estar presentes. No se puede
querer que vayamos curso por año, y no digo que nadie lo consiga que me
alegraría muchísimo, pero cuando los demás han tenido una vida de niños, un
hogar, nosotros hemos tenido una vida en la que había que espabilar. Así que,
lo más importante es que a nivel emocional se pueda restablecer el apego sano.
Y es que a partir de las relaciones de apego sano, éste repercutirá en la salud
mental y por ende, en la edad adulta se reflejará al establecer relaciones
sanas.
El tiempo en el caso de conocer los orígenes, es importantísimo,
hay que valorar y ser conscientes del proceso del niño es decir, de su madurez.
No hay que forzar porque cada uno tiene su desarrollo, a medida que él quiera
conocer se le puede ir explicando, por ello es imprescindible observar cómo está repercutiendo
en su día a día, el curso es lento, pero en mi opinión cuánto más se
corre…. más fácil
es equivocarse. Además asimilar la información que se tiene sobre los orígenes
no siempre es fácil… ya que remueve el pasado, pero como padres o familia se
tiene que tener paciencia, saber escuchar, y estar siempre presentes. Aunque
haya interés en conocer los orígenes quizás no se esté preparado para asimilarlo, esto hay que valorarlo, si está
en terapia, puede contribuir el terapeuta a ver si es el momento adecuado o no.
CREANDO VÍNCULOS SANOS
Mientras vamos fomentando la confianza, también se van creando
lazos afectivos. En un inicio tan solo es sentir seguridad en que las
necesidades básicas están cubiertas, que alguien se preocupe y te atienda… Así
mismo surge la seguridad de que el adulto estará ahí siempre, sin ponerte
condiciones.
Hay que saber decir “no” a determinadas peticiones de los niños o
adolescentes cuando se consideran inadecuadas, conlleva a una manera de
proteger y educar. Y me atrevería a decir que gracias a escuchar "NO", yo he sabido decirlo de adulta. Esto no quiere decir que no se pueda
negociar y ser flexible, sí notáis que ponemos mucho impedimento en hacer algo,
tal vez es que no estemos preparados para lo que nos exigís… Así que por favor…
¡preguntadnos y ser
dialogantes para que sea más fácil la comunicación!
El acompañamiento es una manera de afecto, ya que se le presta
atención, cercanía y sobre todo tiempo. El niño no por tener la edad
cronológica quiere decir que tenga la misma edad evolutiva. Por ello ser
partícipe de su vida es esencial.
Con esto también quiero hablar de la hora de dormir, la oscuridad
y los miedos, la vida nos ha quitado esa inocencia, nos ha dado desconfianza y
la hora de dormir es la hora en la que más indefensión se siente… Creo que hay que ajustarse a las peticiones de los niños. Puede
llevar años y años superar esta situación, por ello no creo que se deba
escatimar cuando el niño teme algo. Se deben dar herramientas para que se
sienta cómodo. Por ejemplo, la luz al dormir, llamar cuando se va al baño… Estos
actos cotidianos afianzan la seguridad en los
cuidadores. Además por desgracia, muchos sufrimos de pesadillas, y las horas de
sueño no son reparadoras y en vez de despertarnos descansados, nos levantamos
desganados porque no hemos conseguido descansar.
¡¡Ah!! Y saber pedir disculpas, somos humanos y nos equivocamos
tanto como padres, como hijos… creo que es necesario pedir disculpas y enseñar
con el ejemplo.
Y ASÍ ME
SENTÍ SIENDO TU HIJA…
Sentir que para mi madre lo era todo, era saber que le importaba a
alguien, saber que si hay que luchar lo haces por las personas que sientes que
merecen la pena. Me demostró incondicionalidad aunque sacara malas notas,
aunque llegase tarde a casa…, pero siempre me demostró su gran preocupación y
nunca tiró la toalla. Se necesita tiempo para creer en una nueva familia, en un
hogar, pero gracias a la presencia, a la constancia, a la firmeza… mi coraza se
diluyo gracias a las constantes muestras de afecto. Me hizo sentir que hiciera
mal o regular las cosas, jamás me dejaría atrás… ¡¡¡WWWOOOOWWWW!!! Eso es
increíble….
No me puso plazos, no me recriminó mis notas. Me decía: "Has sacado
5, pues ya iremos a por las otras 5, pero lo aprendido ahí lo tienes…" Y no era
conformismo por su parte, sino que valoraba mis logros y tenía en cuenta la capacidad
para ver hasta dónde podía llegar…
Como madre queremos que nuestros hijos sean los mejores y que cumplan las normas, y que por pedir sean los más inteligentes, guapos, altos… pero… ¡no puede ser así porque no podemos vivir lo que los padres quieren que vivamos! Se nos debe proporcionar seguridad. Los niños adoptados, necesitamos límites, tiempo, tranquilidad, horarios, la palabra “NO”, constancia, que se nos valore, que se nos pida dentro de lo que podemos hacer, que nunca nos comparen, que no se hable en público sobre nuestro mal comportamiento y que jamás nos dejen a merced de las críticas de los demás. Sobre todo necesitamos que se nos escuche.
Contigo he aprendido, ama, a ser, a sentir y a poder. Gracias a tu
empatía y paciencia hemos creado un camino resiliente.
REFERENCIAS
Siegel, D. (2007) La mente en desarrollo. Cómo interactúan las relaciones y el cerebro para modelar nuestro ser. Bilbao: Desclée de Brouwer.
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