Recibo numerosos correos de padres y madres que me informan de distintas experiencias con sus hijos. Hace unos días recibí uno de Beatriz, una madre que me informó sobre la terapia basada en la integración de reflejos primitivos. Nunca había oído hablar de ello y, en cuanto me la mencionó, le pedí que me proporcionara más información. Amablemente, me la suministró y, después de pedirle permiso, la reproduzco a continuación. En uno de los links podéis leer muchos testimonios de padres que hablan muy bien de esta terapia. Esa es la mejor tarjeta de presentación. También me ha gustado mucho una cosa: intuyo que a Beatriz le apasiona el tema y eso es muy importante. Creo que, además de esta terapia, esa pasión, paciencia, cariño y tesón que transmite han ayudado mucho a su hija.
Lo mejor que tiene el blog es el contactar con personas como Beatriz y aprender de las mismas. Me está resultando muy enriquecedor. El blog es una ventana abierta al mundo para dar y recibir. Compartir y no encerrarnos en nosotros mismos. Sobre todo si nos esforzamos en tener una mentalidad abierta para escuchar al otro y aprender de él. Y es el mejor antídoto contra una “enfermedad” llamada egocentrismo en la cual todos podemos caer.
Beatriz nos dice lo siguiente:
"Se trata de una terapia basada en la integración de reflejos primitivos aberrantes; esto es: todos nacemos con ciertos reflejos primarios que nos ayudan a sobrevivir y que, a medida que nuestro cerebro madura, van desapareciendo. La mayoría lo hacen a lo largo del primer año de vida; otros, que dan lugar a reflejos posturales, llegan hasta los tres años. Si más allá de esta edad está presente alguno de estos reflejos, evidencia que hay inmadurez en determinadas regiones cerebrales. La terapia consiste en reproducir los estímulos psicomotores que tienen lugar durante los primeros años del desarrollo y que posibilitan la integración de estos reflejos para "rellenar" las lagunas y ayudar a la maduración cerebral.
Esto se traduce, en la práctica, en unos 15 ó 20 minutos diarios de ejercicios físicos sencillos con el niño y revisiones cada dos meses a lo largo de, en mi caso, año y medio. Un poco duro en el día a día, pero los padres que tenemos un hijo con dificultades vamos al fin del mundo andando si es preciso.
En nuestro caso lo que más notamos, aparte de que consiguió botar la pelota, saltar a la comba y otras muchas cosas que se le resistían "inexplicablemente", fue la consolidación de los aprendizajes. Antes ella podía hacer la tarea fenomenal un día y al día siguiente no reconocer ni los números y así con las mates y con todo lo demás, el 50% de los días... como si se le hubiera colgado el ordenador... era desconcertante.
Ahora ya no sucede eso: por ejemplo, ha aprendido las tablas con facilidad (antes era totalmente impensable) y aunque su aprendizaje no es muy rápido ¡no se le olvida lo que aprende! Para nosotros ha sido casi milagroso y un gran descanso.
El tema me apasiona y estoy tan agradecida a la gente que ha hecho posible que llegara a conocer estas terapias para ayudar a mi hija, no puedo dejar de compartirlo para que otros niños también se puedan beneficiar"
Nos ofrece estos links (para saber más):
La página donde se explica la terapia de integración de reflejos primitivos a través del movimiento:
http://www.reflejosprimitivos.es/15.html
Una página sobre "desarrollo y terapias alternativas", de donde ha sacado información valiosísima:
http://estimulacionydesarrollo.blogspot.com/
Otra página con testimonios de padres que aplican estas terapias (algunos, padres adoptivos):
http://padresconalternativas.blogspot.com/
Y, finalmente, nos recomienda un libro:
Goddard, Sally. Reflejos, aprendizaje y comportamiento. Editorial Vida Kinesiología. Añade Beatriz: “Es el pilar fundamental en esto de la reorganización neurológica a través de la integración de reflejos”
Por mi cuenta, he encontrado esta información en internet sobre el libro:
Este libro es una oportunidad fascinante para entender algunas de las razones por las cuales niños, adolescentes y adultos pueden experimentar problemas en sus relaciones, ser emocionalmente inestables, tener dificultades físicas y en el aprendizaje y, además, poseer un comportamiento social difícil.
Uno de los motivos más comunes son los “reflejos primarios” que permanecen activos. Estos reflejos debieran haberse integrado a la edad de 3 años. Seguir manteniendo activos los reflejos primarios puede ser una causa subyacente de diversos problemas de aprendizaje y comportamiento, incluso en la edad adulta. Pueden ser la causa de falta de memoria y de concentración, de comportamiento difícil o inconsciente y tendencias agresivas, dislexia, hiperactividad y dispraxias.
De especial interés para todos los implicados en la educación de los niños: padres, educadores y cuidadores.
Ya tenemos lectura para este verano. Éste, y otro libro que ha salido recientemente al mercado y del que también hablaremos: Mindsight. La nueva ciencia de la transformación personal, de nuestro admirado Daniel Siegel. Editorial Paidós. Trataremos, como siempre, de buscar aplicaciones en el trabajo diario con los niños y adolescentes.
Hasta la semana que viene.