Como podéis ver, amables lectores/as, amigos/as, seguidores/as… este blog parece que cambia pero, en realidad, permanece igual.
Han pasado ya casi tres años desde que publiqué la primera entrada del blog. Al principio, como un recién nacido, el cerebro del blog estaba constituido por un sinfín de neuronas dispuestas a conectarse para ir creando las primeras redes y con ello, su esencia.
Nacimos para hablar de psicología y su aplicación a distintos ámbitos así, en genérico. Como un cerebro que aún no ha sido sometido al proceso de poda, si me permitís seguir con la metáfora.
El blog ha ido creciendo y tenemos tres años y la poda cerebral se ha realizado: las redes neuronales que se han constituido generan patrones de activación que portan información sobre el apego, el trauma, el desarrollo y la resiliencia... en mayor medida que otras que, al no estimularse, han desaparecido. El blog como cerebro-mente en desarrollo, siguiendo al admirado Siegel.
Por ello, el autor del blog decide y declara que, a partir de hoy, se dedica a estos temas exclusivamente. Nos centramos en esta área tan apasionante de la psicología. Pero es lo que venía haciendo ya, así que no hay en realidad ningún cambio.
El imán que me atrae a este tema es mi trabajo con los niños/as y adultos víctimas de malos tratos, que pueblan mi consulta; mi formación específica en esta área; la labor de formación que realizo desde hace unos años y sobre todo, los que me seguís –mil gracias a todos/as- que me habéis mostrado muchas veces con vuestra interesantísima participación, estar en sintonía y gustar de estos temas. Muchos de los que tenéis a bien entrar en este blog sois padres adoptivos, profesores, educadores de centros de acogida, pedagogos… que tenéis que trabajar, educar, criar, tratar… a niños y niñas que manifiestan las heridas que los malos tratos dejan en forma de trauma y apegos disfuncionales. Me he sentido gratificado sabiendo, porque así me lo habéis manifestado, que este blog os resulta de ayuda. Espero que lo siga siendo.
Estos dominios nos apasionan tanto porque la investigación descubre y confirma día a día que, parafraseando a la Biblia, “en el principio, era la emoción…” Después, el apego y en consecuencia, el ser que se construye gracias a que la mente de otros suple y crea la nuestra, infantil e inmadura, que aún no puede funcionar sola porque es dependiente de la experiencia. De la experiencia buena, claro. Si no, se daña. ¡Y cómo! Por eso le he cambiado el nombre al blog y le he llamado Buenos tratos. Porque son, como dice el maestro en estos temas, Jorge Barudy, la base de que lleguemos a ser.
Han pasado ya casi tres años desde que publiqué la primera entrada del blog. Al principio, como un recién nacido, el cerebro del blog estaba constituido por un sinfín de neuronas dispuestas a conectarse para ir creando las primeras redes y con ello, su esencia.
Nacimos para hablar de psicología y su aplicación a distintos ámbitos así, en genérico. Como un cerebro que aún no ha sido sometido al proceso de poda, si me permitís seguir con la metáfora.
El blog ha ido creciendo y tenemos tres años y la poda cerebral se ha realizado: las redes neuronales que se han constituido generan patrones de activación que portan información sobre el apego, el trauma, el desarrollo y la resiliencia... en mayor medida que otras que, al no estimularse, han desaparecido. El blog como cerebro-mente en desarrollo, siguiendo al admirado Siegel.
Por ello, el autor del blog decide y declara que, a partir de hoy, se dedica a estos temas exclusivamente. Nos centramos en esta área tan apasionante de la psicología. Pero es lo que venía haciendo ya, así que no hay en realidad ningún cambio.
El imán que me atrae a este tema es mi trabajo con los niños/as y adultos víctimas de malos tratos, que pueblan mi consulta; mi formación específica en esta área; la labor de formación que realizo desde hace unos años y sobre todo, los que me seguís –mil gracias a todos/as- que me habéis mostrado muchas veces con vuestra interesantísima participación, estar en sintonía y gustar de estos temas. Muchos de los que tenéis a bien entrar en este blog sois padres adoptivos, profesores, educadores de centros de acogida, pedagogos… que tenéis que trabajar, educar, criar, tratar… a niños y niñas que manifiestan las heridas que los malos tratos dejan en forma de trauma y apegos disfuncionales. Me he sentido gratificado sabiendo, porque así me lo habéis manifestado, que este blog os resulta de ayuda. Espero que lo siga siendo.
Estos dominios nos apasionan tanto porque la investigación descubre y confirma día a día que, parafraseando a la Biblia, “en el principio, era la emoción…” Después, el apego y en consecuencia, el ser que se construye gracias a que la mente de otros suple y crea la nuestra, infantil e inmadura, que aún no puede funcionar sola porque es dependiente de la experiencia. De la experiencia buena, claro. Si no, se daña. ¡Y cómo! Por eso le he cambiado el nombre al blog y le he llamado Buenos tratos. Porque son, como dice el maestro en estos temas, Jorge Barudy, la base de que lleguemos a ser.
La nueva dirección se llamará www.buenostratos.com y estará operativa en tres días. No obstante, al teclear la antigua, el blog se encarga de direccionaros a la nueva.
También he aprovechado para cambiar el diseño, espero que os resulte atractivo.
Sólo me resta deciros que aquí, si seguís gustando de ello, tenemos una cita con el apego, el trauma, el desarrollo, la resiliencia. Yo estoy encantado de citarme con todos vosotros/as.
Sólo me resta deciros que aquí, si seguís gustando de ello, tenemos una cita con el apego, el trauma, el desarrollo, la resiliencia. Yo estoy encantado de citarme con todos vosotros/as.
Me tomo unas vacaciones hasta septiembre, y el blog también descansa. Estoy con todos/as vosotros/as (publicaré un nuevo post) el día 30 de agosto.
Feliz verano a todos/as.