jueves, 14 de enero de 2010

Pautas generales para el tratamiento educativo de los niños con alteraciones en el vínculo de apego (II y final)

Ofrezco la segunda parte de las pautas de Bruce de Perry de la Child Trauma Academy:

Ten expectativas realistas de estos niños: Los niños que han sufrido abuso y negligencia... ¡tienen tanto que superar! Debemos ser conscientes de que muchas veces tratamos de reparar lo que han sido experiencias de carencias respecto a NECESIDADES BÁSICAS PARA LA VIDA (afecto, alimentación, seguridad...) Por ello, algunos niños podrán superar los problemas asociados a dichas experiencias, pero con algunos otros deberemos de plantearnos el mayor grado de recuperabilidad posible sin que éste pueda ser, probablemente, completo.
Por ejemplo, las expectativas que tengamos de una niñita rumana, huérfana, adoptada a la edad de siete años, luego de haber vivido sus primeros años sin ningún nutrimento emocional, deberán ser limitadas. A ella se le robó algo, aunque no todo, de su potencial. Nosotros no sabemos cómo predecir el potencial en el vacío, pero sí podemos medir las fortalezas y debilidades emocionales, conductuales, sociales y físicas de un niño.

Una evaluación detallada realizada por un profesional clínico diestro, podría ser de gran ayuda para comenzar a definir las áreas de destrezas del niño y aquellas áreas donde el progreso podría ser más lento.

Sé paciente con el progreso del niño y contigo mismo: El progreso será lento. Este lento progreso podría ser frustrante y los profesionales nos sentimos a veces como que el niño no avanza. La presión y el estrés porque sea como los demás aparte de injusto no ayuda a que el niño o niña avance y progrese en su proceso de crecimiento y enfrentamiento del trauma.

Pero sí avanza, aunque despacio. Y siempre merece la pena, sea cual sea el nivel de gravedad de daño psicológico que presente el niño, poner en marcha tratamientos psicológicos y educativos porque se obtienen beneficios.

4 comentarios:

LUISA dijo...

Sobre esta secunda parte puedo decirte que me parece muy acertada.

Muchas veces, los padres deseamos que nuestros hijos sean de tal o tal forma y les exigimos demasiado.
Cuando se produce en un niño de estas características con problemas de apego, pienso que se puede sentir agobiado y estresado por tantas expectativas que sus padres tienen sobre él y pensar que si no logran el objetivo que le han marcado sus padres, los defraudará y se producirá un sentimiento de fracaso, miedo e inseguridad.

Estos niños de lo que más carecen es de amor incondicional y atenciones y cuidados básicos como comentas por ejemplo con la alimentación...

La paciencia es la mejor arma y los resultados positivos, estoy segura, llegarán. Sólo será cuestión de tiempo.

Un abrazo.
http://adoptaextremadura.blogspot.com/

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola, Alexia: Puedes copiar la información y ofrecerla en tu blog sin ningún problema. Pienso que son unas orientaciones muy útiles y cuanto más se difundan, mejor.

Estoy completamente de acuerdo con tus sugerencias, orientaciones y comentarios.

Gracias por pasarte por aquí, un saludo muy cordial

José Luis Gonzalo

Josep Julián dijo...

Hola José Luis:
Sólo un pequeño comentario para señalar que me parece admirable que personas como tú dediquéis el ejercicio de vuestra profesión a tratar a la infancia en dificultades. Para mí sería un trabajo muy duro y lo digo porque en otro momento de mi vida me tocó dedicarme a cuidar personas enfermas pero adultas y ya era suficientemente duro.
Un abrazo.

José Luis Gonzalo Marrodán, psicólogo dijo...

Hola Josep: Se agradece, y mucho, la empatía que demuestras hacia nosotros y los niños. En efecto, es lo que nos gusta y lo que hemos elegido para trabajar pero no por ello deja de ser duro. Es lo que algunos autores han definido como la angustia de compasión, la que surge estando en contacto prolongado con personas que sufren. Gracias por tus palabras, un cordial saludo,

José Luis