Cathy Malchiodi, en su libro Understanding Children´s Drawings, explica qué elemenos y aspectos pueden sugerir depresión en el dibujo de los niños:
El dibujo espontáneo del niño que puede revelar depresión está basado en las narrativas del propio niño en respuesta a sus imágenes más que en elementos específicos o símbolos de sus expresiones artísticas.
4 temas parecen ser particularmente importantes (tanto para el contenido como para las narrativas del niño): tristeza/pérdida; aislamiento-soledad; desesperanza; temas de destrucción o autodestrucción. Estos 4 aspectos no son fácilmente separables y los niños a menudo expresan uno o más en sus dibujos o narrativas de expresión artística.
Tristeza/pérdida: son generalmente fáciles de reconocer en el trabajo artístico de los niños. El uso del color negro en un dibujo (cuando la mayoría de los niños lo haría mucho más colorista) es algunas veces un indicador directo de la existencia de la depresión. Otros indicadores pueden incluir lágrimas y lluvia, las cuales pueden aparecer en dibujos de casas, naturaleza u otros temas ambientales.
Aislamiento/soledad: puede incluir sentimientos de alienación, abandono y rechazo. A veces estos temas en los dibujos son bastante impactantes y otras veces más sutiles. El maltrato físico, el abuso sexual o el maltrato psicológico pueden ciertamente causar sentimientos de aislamiento y alienación, especialmente si el daño proviene de la propia familia.
Destrucción: Los temas destructivos referidos a depresión incluyen auto-denigración, auto-destrucción, culpa y muy baja autoestima. Los niños pueden adoptar una actitud auto-despreciativa, dibujando auto-imágenes que se ríen de ellos mismos o los representa como feos o carentes de atractivo. No es sorprendente que los niños que han sido víctimas de negligencia o abusados se perciban a sí mismo como dañados o no atractivos en sus dibujos.
Otros dibujos de niños deprimidos pueden reflejar sus propias conductas auto-destructivas y sentimientos de fracaso. Un niño de 8 años actuaba su frustración por la separación de los padres (había sido ingresado en un centro de acogida) mediante encopresis. Este niño dibujó un coche de carreras bien detallado emitiendo una amplia humareda del tubo de escape. Aunque los coches de carreras son un tema típico que aparece en los dibujos de los niños, el humo negro fue notablemente profuso. Este humo sugirió a la psicóloga que podía reflejar la expansión de las heces (el niño extendía sus heces por el centro de acogida) El no sólo se sentía deprimido y frustrado por su situación familiar, sino también por su encopresis, así como avergonzado por lo que había estado haciendo.
El coche de este niño es una metáfora de su problema, pero es una imagen, digamos benigna, comparada con otra violenta imaginería que puede observarse en niños seriamente deprimidos.