Un niño víctima de malos tratos tiene elevadas probabilidades de presentar una alteración del vínculo de apego. Por ello, vamos a comenzar por describir brevemente la teoría del apego.
Bowlby fue uno de los pioneros de la teoría del apego. Sus descubrimientos fueron asombrosamente simples a la vez que trascendentes: los bebés nacen con un equipamiento conductual, programado biológicamente, para vincularse con un adulto, pues ello les garantiza la supervivencia. Si el adulto le proporciona al niño cuidados y es sensible en captar sus necesidades, satisfaciéndolas adecuadamente, el niño crecerá, con alta probabilidad, sanamente. Por el contrario, unos cuidadores insensibles, negligentes, inconstantes o incoherentes, que no satisfacen apropiadamente las necesidades del bebé, traen como consecuencia un niño que no crecerá adecuadamente. Si el bebé tiene la oportunidad de vivir un fundamento seguro, se desarrollará armónicamente.
Posteriormente, Mary Ainsworth y otros, (Rygaard, 2008) avanzaron notablemente en el estudio del apego en sus numerosos estudios con bebés. Mediante el “Test de la situación del extraño” detectaron tres modelos de reacción característicos (o estrategias de proximidad) cuando la madre abandona la habitación. Más adelante, otros autores, Main y Solomon, detectaron un cuarto modelo, el desorganizado. Durante este test diseñado, simple e ingenioso, la madre y el niño de 1 año son introducidos en una sala de juego, la madre deja la habitación dos veces durante tres minutos a lo largo del test, y se observan las reacciones del niño cuando la madre sale de la habitación y cuando regresa. Estos modelos –y he aquí el dato sorprendente- persisten hasta la edad adulta en el 70% de los niños y parece que se traspasan de una generación a otra a través del comportamiento de apego de quienes cuidan del niño.
Los cuatro tipos de apego son:
- Apego seguro-autónomo: El niño reacciona cuando la madre sale de la habitación, su conducta exploratoria disminuye y se muestra claramente afectado; el regreso le alegra claramente y se acerca a ella buscando el contacto físico durante unos instantes para luego continuar su conducta exploratoria. Hay una alegría íntima y mutua en el contacto entre la madre y el bebé.
- Apego inseguro-evitativo: El niño aparentemente no reacciona ante la ausencia de la madre y continúa explorando e inspeccionando los juguetes. Cuando la madre regresa, ésta también dirige su interés más hacia los juguetes que hacia el niño. Los estudios demuestran que el niño en verdad está muy estresado por la ausencia de su madre y que este estrés persiste durante más tiempo que el niño seguro. Es como si el niño supiese que si muestra los sentimientos apropiados de la separación surge el rechazo, y por eso controla la expresión de estos sentimientos. Se utiliza una gran cantidad de energía para suprimir las reacciones de un apego natural.
- Apego inseguro-ambivalente: El niño se muestra muy preocupado por el paradero de su madre y apenas explora los juguetes, mostrando angustia y un comportamiento de control aún antes de que la madre salga de la habitación y no retoma la actividad del juego tras el regreso de su madre. El niño vacila entre la irritación, la resistencia al contacto, el acercamiento y las conductas de mantenimiento de contacto. Parece querer reasegurar una proximidad de la que se siente inseguro.
- Apego desorganizado-desorientado: El comportamiento del niño contiene elementos de uno de los modelos anteriores, pero el niño no reacciona ni a la separación ni a la reunión con ningún modelo coherente. Parece “congelado” en una posición rígida, aferrado a su madre pero sin mirarla, volviendo la cara. Este modelo parece estar relacionado más adelante con trastornos de la personalidad y otros problemas. Aproximadamente el 15% de los niños de 1 año muestra el modelo desorganizado.
Bowlby fue uno de los pioneros de la teoría del apego. Sus descubrimientos fueron asombrosamente simples a la vez que trascendentes: los bebés nacen con un equipamiento conductual, programado biológicamente, para vincularse con un adulto, pues ello les garantiza la supervivencia. Si el adulto le proporciona al niño cuidados y es sensible en captar sus necesidades, satisfaciéndolas adecuadamente, el niño crecerá, con alta probabilidad, sanamente. Por el contrario, unos cuidadores insensibles, negligentes, inconstantes o incoherentes, que no satisfacen apropiadamente las necesidades del bebé, traen como consecuencia un niño que no crecerá adecuadamente. Si el bebé tiene la oportunidad de vivir un fundamento seguro, se desarrollará armónicamente.
Posteriormente, Mary Ainsworth y otros, (Rygaard, 2008) avanzaron notablemente en el estudio del apego en sus numerosos estudios con bebés. Mediante el “Test de la situación del extraño” detectaron tres modelos de reacción característicos (o estrategias de proximidad) cuando la madre abandona la habitación. Más adelante, otros autores, Main y Solomon, detectaron un cuarto modelo, el desorganizado. Durante este test diseñado, simple e ingenioso, la madre y el niño de 1 año son introducidos en una sala de juego, la madre deja la habitación dos veces durante tres minutos a lo largo del test, y se observan las reacciones del niño cuando la madre sale de la habitación y cuando regresa. Estos modelos –y he aquí el dato sorprendente- persisten hasta la edad adulta en el 70% de los niños y parece que se traspasan de una generación a otra a través del comportamiento de apego de quienes cuidan del niño.
Los cuatro tipos de apego son:
- Apego seguro-autónomo: El niño reacciona cuando la madre sale de la habitación, su conducta exploratoria disminuye y se muestra claramente afectado; el regreso le alegra claramente y se acerca a ella buscando el contacto físico durante unos instantes para luego continuar su conducta exploratoria. Hay una alegría íntima y mutua en el contacto entre la madre y el bebé.
- Apego inseguro-evitativo: El niño aparentemente no reacciona ante la ausencia de la madre y continúa explorando e inspeccionando los juguetes. Cuando la madre regresa, ésta también dirige su interés más hacia los juguetes que hacia el niño. Los estudios demuestran que el niño en verdad está muy estresado por la ausencia de su madre y que este estrés persiste durante más tiempo que el niño seguro. Es como si el niño supiese que si muestra los sentimientos apropiados de la separación surge el rechazo, y por eso controla la expresión de estos sentimientos. Se utiliza una gran cantidad de energía para suprimir las reacciones de un apego natural.
- Apego inseguro-ambivalente: El niño se muestra muy preocupado por el paradero de su madre y apenas explora los juguetes, mostrando angustia y un comportamiento de control aún antes de que la madre salga de la habitación y no retoma la actividad del juego tras el regreso de su madre. El niño vacila entre la irritación, la resistencia al contacto, el acercamiento y las conductas de mantenimiento de contacto. Parece querer reasegurar una proximidad de la que se siente inseguro.
- Apego desorganizado-desorientado: El comportamiento del niño contiene elementos de uno de los modelos anteriores, pero el niño no reacciona ni a la separación ni a la reunión con ningún modelo coherente. Parece “congelado” en una posición rígida, aferrado a su madre pero sin mirarla, volviendo la cara. Este modelo parece estar relacionado más adelante con trastornos de la personalidad y otros problemas. Aproximadamente el 15% de los niños de 1 año muestra el modelo desorganizado.
2 comentarios:
Como siempre interesante entrada, José Luis, ya sabe que estos temas son de mi mayor interés.
Quisiera informarle de que este próximo viernes en Gijón habrá un acto de mucho interés:
"24 de Octubre y organizado por Asturadop, Charla sobre el Trastorno del Vínculo del Apego:
Bernadette Nicolas y Jeanine Van Calster, presidenta y secretaria de Asociación Petales en Bélgica, hablaran del "Vínculo del apego en menores : retos y problemas".
18 H 15 M Paraninfo de la Universidad Laboral. Ciudad de la Cultura. GIJON.
Dirigido a Familias, familias adoptivas, profesionales que trabajen con menores, trabajadores sociales, psicólogos."
Petales es una asociación internacional de padres en su mayoría adoptantes desde donde informan con rigor sobre los transtornos del vínculo afectivo y cuya dirección en la web es:
www.petales.org
Debido al caso que estamos viviendo en mi familia, mantenemos estrechos contactos, con asociados de Petales que vivien en España y créame José Luis que la labor informativa que hace esta asociación no tiene desperdicio, por lo que considero un lujo que estas mujeres estén aquí el 24 hablando sobre este tema de los trastornos del vinculo afectivo.
Espero que esta información sea de su intérés y quizás sirva a algunos de los que visiten su blog.
Gracias nuevamente por su compartir.
Atentamente
Maria
Estimada María:
Ya lo creo que es interesante para todos los que visitan este blog. Es uno de nuestros cometidos: compartir informaciones, vivencias, comentarios... Así que has hecho muy bien en volcar aquí la celebración del evento que va a tener lugar en Gijón.
Gracias por tu información, y un cordial saludo,
José Luis
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